Este
mes leemos “Mi prima Rachel” de Daphne Du Maurier.
Philip
Ashley, el narrador de esta novela, es un joven huérfano que ha sido
criado por su primo Ambrose, un terrateniente de Cornualles veinte
años mayor que él, en una gran casa aislada, de rutinas amables e
incontestadas, sin conflictos y sin mujeres. Cuando el primo debe
viajar a Italia por razones de salud, conoce a una mujer, Rachel, una
pariente lejana educada en Florencia, viuda de un conde que murió en
un duelo y la dejó cubierta de deudas. Se casa con ella y poco
después muere súbitamente. «Juré que todo lo que Ambrose hubiera
pagado en dolor y sufrimiento se lo devolvería a la mujer que los
había causado», se dice Philip al conocer la noticia. Pero apenas
han pasado unas semanas y Rachel se presenta en Cornualles… y esa
animosidad irracional que el joven sentía por ella se va
convirtiendo poco a poco en una fascinación incontrolable que no
disminuye a medida que las circunstancias de la muerte de su primo se
revelan cada vez más sospechosas. Mi prima Rachel (1951) es
una gran novela psicológica, llena de suspense, en la que Daphne du
Maurier exploró, como en Rebeca, la influencia fantasmal en
una casa de una figura ausente. Es también un sutil estudio de lo
que un hombre cree que es una mujer y del accidentado viaje que dan
los prejuicios cuando se enfrentan a una realidad inesperada.
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