Obra
del dibujante Quino con más de 50 años de historia, ha logrado
transmitir las más poderosas lecciones de igualdad, política,
crítica social y la vida cotidiana desde el humor más genial.
Repasamos la historia de la caricatura de una niña adelantada a su
tiempo.
Sobre
el autor
Quino,
(Joaquín Salvador Lavado Tejón) nació en Mendoza, Argentina,
en 1932. Hijo de padres españoles, marchó a Buenos Aires tras
matricularse en Bellas Artes en busca de un lugar donde publicar sus
dibujos. En 1954 lo encontró en el semanario Esto
es.
La
creación casi accidental de la popular niña argentina "que
odia la sopa y está en continua contradicción con los adultos"
le disparó hacia el éxito.
Nacimiento
de Mafalda
La
primera aparición de Mafalda tuvo lugar el 29 de septiembre de 1964
con esta tira y, en sus comienzos, el autor jamás tuvo la sospecha
de que su creación llegaría a convertirse en un icono intelectual.
Según relata el autor, Mafalda
se creó originariamente para una línea de electrodomésticos,
promoción que nunca llegó a realizarse. Las tiras quedaron
olvidadas en un cajón hasta que volvieron a rescatarse tiempo
después.
Crítica
social
Una
de las temáticas principales de las viñetas de Mafalda, desde su
creación, es la crítica social. En esta viñeta la niña hace ver
con sencillez los conflictos geopolíticos del momento histórico y
permite reflexionar sobre el comportamiento humano como especie que
se destruye a sí misma.
La
queja irónica
Al
estilo de famosas viñetas como "paren el mundo que me
quiero bajar", Quino muestra su inconformidad con el mundo que
le rodea a través de la queja infantil, cargada de peso moral, de
esta niña.
La
pregunta incómoda
Frases
demoledoras como esta fueron usadas en muchas viñetas de Mafalda,
que acostumbraba a desajustar los esquemas del adulto, en este caso,
su padre, con cuestiones morales aparentemente sencillas, pero muy
difíciles de contestar. La respuesta se produce, como siempre, desde
el humor, aunque sin dejar indiferente.
Vida
cotidiana
Muchas
de las viñetas de Mafalda, especialmente en sus inicios, basan sobre
situaciones cómicas que se dan en la vida cotidiana entre los
miembros de la familia. La niña es la figura sincera e incisiva que
deja descolocados a los adultos.
Los
valores de la familia
El
genial Quino supo cuestionar
los valores de la familia tradicional.
Con esta sencilla frase, no solo se pone en tela de juicio la figura
del patriarca como el que toma las deciciones, sino también se toma
en consideración al resto de miembros del núcleo familiar. Los
niños
también
tienen voz y voto.
El
papel de la mujer
Son
muchas las viñetas en las que Quino sitúa a Mafalda cuestionando el
papel de la mujer en la sociedad. Realiza una abierta crítica hacia
el papel de la mujer como ama de casa y responsable única de las
tareas del hogar.
Feminismo
El
feminismo sigue ocupando la mayor parte de la crónica social, y
comenzó a estarlo precisamente en la época en que Quino dibujó
esta viñeta, entre finales de los años 60 y principios de los 70.
Quino reflexiona sobre el movimiento y desde la perspectiva del
humor, sin dejar de construir una crítica ácida.
Ecologismo
La
protección del planeta es otro tipo de crítica que se desprende de
las viñetas del dibujante argentino. Sutiles frases como esta,
empapadas de inocencia infantil, fueron capaces de remover
conciencias acerca de respeto al medio ambiente, y cómo las
actividades humanas tienen un efecto sobre el planeta Tierra.
Psicología
Por
aquella época, la población mundial era de cuatro mil millones de
personas, todas ellas personas llenas de complejidad, como plasma
sabiamente Quino en esta viñeta. En ella, Mafalda aparece junto con
otro personaje principal, Miguelito. Una vez más, se plasma la
visión inocente del mundo a través de los ojos del niño.
Escepticismo
Uno
de los aspectos más llamativos de las viñetas de Mafalda es la
puesta en boca de niños las cuestiones más relevantes y de
actualidad. En este ejemplo, Mafalda se muestra recelosa respecto a
la realidad que se le ofrece y hace reflexionar al lector sobre las
creencias preestablecidas. Un tributo al Sapere
aude
(piensa por ti mismo) de Kant.
Política
Otra
vertiente de las viñetas de Mafalda es aquella en que se
sirve de la relación paternofilial para representar roles sociales.
En
política, vemos una analogía entre el papel suministrador de la
madre y la soberbia de la hija, que se cree autosuficiente. Una
metáfora magistral y cargada, de nuevo, de crítica social.
Igualdad
Es
otro de los valores que se ponen encima de la mesa a través de las
reflexiones de esta niña argentina. Ambos niños, demasiado pequeños
para tales reflexiones, sueñan con un ideal de mundo en el que todos
los humanos son iguales.
Valores
humanos
Esta
viñeta recoge con sencillez una conversación entre los dos
pequeños. Los diálogos que emiten claras afirmaciones morales son
frecuentes en las escenas de Mafalda.
Filosofía
En
muchas viñetas de Mafalda, como esta, Quino cuestiona y reflexiona
sobre la existencia humana y su finalidad.
Ciencia
En
esta viñeta otro de los personajes que acompaña a Mafalda,
Libertad, lanza una afirmación de la física que permite reflexionar
acerca de cómo visualizamos el mundo que nos rodea, así como las
leyes que lo rigen.
Optimismo
No
sólo la crítica social está representada a través del humor ácido
en las viñetas de Mafalda. Una parte importante de la trayectoria de
este personaje está formada por mensajes optimistas y que invitan a
la motivación por lograr un mundo mejor.
Ternura
No
todas las tiras de Mafalda llevan un mensaje profundo, cómico e
incisivo. Esta viñeta es una oda a la sencillez y la alegría de las
pequeñas cosas.
La
última aparición de Mafalda
La
última vez que Mafalda apareció en una tira fue el 25 de junio de
1973. Y fue precisamente esta. Tras esta última viñeta, Mafalda
tuvo algunas apariciones puntuales, pero este fue su final oficial.
El
propio Quino justificó así el final de la tira: "Me
costaba mucho esfuerzo no repetirme, sufría con cada entrega. Cuando
uno tapa el último cuadrito de una historieta y ya sabe cuál va a
ser el final es porque la cosa no va. Y por respeto a
los lectores y a mis personajes y por mi manera de sentir el trabajo
decidí no hacerla más y seguir con el humor que nunca dejé de
hacer."