Para aquellos que tengan temor a tener relaciones sexuales por un tamaño reducido de su falo, tranquilos, no todo tiene que ver con la penetración.
El
mundo del porno ha llevado a creer a muchos hombres que la única
mujer de satisfacer a una mujer en la cama es con la penetración, y
si es con un miembro viril de tamaño más grande al estándar,
mejor. Pero la realidad es que no se encuentra dentro de sus
prioridades, por lo que tener un micropene, no debería ser a priori
un problema. Pero son muchos los hombres que así lo creen, lo que
les hace caer en una depresión.
La
terapeuta sexual Elizabeth McGrath apunta que están equivocados y
que pueden tener una vida sexual normal e incluso mejor que quienes
nacieron con un falo de mayor envergadura. ¿Cómo lo consigue? Ella
considera que el sexo es más que penetrar a la pareja y por ello
practica un tipo de terapia que consiste en tocarse a través de la
ropa sin tener que incluir dentro del proceso a los genitales: "Creo
en este tipo de terapia, principalmente porque considero que el sexo
tiene que ver con nuestros cuerpos. Existe un mundo más amplio lleno
de posibilidades que va desde lo más sencillo, como es frotar el
paquete contra la vulva de la mujer hasta dar rienda suelta a la
imaginación. Es una forma de explorar qué más se puede hacer en el
sexo, sin llegar a hacerlo específicamente".
La
ecuación también se puede resolver con la introducción de juguetes
sexuales dentro de la pareja para calentar un poco más el ambiente,
pero siempre y cuando no acabe por sustituir tu pene por algo de
plástico: "Debes
hacerte la pregunta: ¿lo hago porque me hace sentir bien y excitado
o porque me hace sentir normal dentro de la media?",
apunta McGrath.
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