Que
el guepardo (Acinonyx jubatus) sea el animal más rápido, capaz de
duplicar la velocidad en línea recta que alcanza durante una carrera
el atleta jamaicano Usain Bolt (29 m/s el guepardo, 12 m/s Bolt en la
marca de su récord mundial), no
se debe tanto a su velocidad como a su capacidad
de acelerar y desacelerar rápidamente,
de acuerdo con un estudio que publica hoy la revista 'Nature'. Según
explica Alan Wilson, experto en biomecánica del aparato locomotor en
la Universidad de Londres (Reino Unido), midiendo la energía que
producen sus músculos en relación con su tamaño, y comparándola
con la que genera el velocista Bolt, ha comprobado que la
potencia muscular de este felino cuadriplica a la del humano más
veloz del mundo.
Colocando
collares de rastreo a cinco de estos animales en Botswana, en el
continente africano, Wilson descubrió que, si bien la máxima
velocidad alcanzada durante el estudio fue de 93 km/h, la mayoría de
las veces que cazaban lo hacían a velocidades "moderadas"
que rondaban los 48 kilómetros por hora. Lo extraordinario en estos
casos era que los
animales podían acelerar hasta 3 m/s de una zancada,
y su habilidad
en maniobras de inicio de carrera, frenada, pivoteo y giro durante un
sprint
superaba
a la de cualquier otro animal conocido.
Mientras que una moto puede girar un ángulo de 45º a alta
velocidad, para un guepardo es relativamente fácil realizar un giro
de hasta 50º. Los autores lo atribuyen, entre otras cosas, a que
este
felino cuenta con patas rugosas y unas garras no retractables
les permiten aferrarse al suelo mientras realizan cambios de
dirección a alta velocidad.
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