1851
en Estados Unidos
se publica por primera vez la novela Moby-Dick
de Herman Melville, la primera gran
novela americana.
Melville
(1819–1891), hijo de un comerciante importador, comenzó su vida
laboral en el último negocio de su padre, y luego enseñó en
escuelas locales, trabajó en la granja de su tío y fue empleado de
banco. A los 20 años se enroló como grumete en un barco mercante
que iba a Liverpool. En 1841 trabajó a bordo del Acushnet, un
ballenero. Luego vivió en las islas Marquesas, en el Pacífico Sur,
lo que inspiró su primera novela, Taipi. Después sirvió en
más balleneros y en una fragata de EEUU. La marinería le
proporcionó material para escribir Moby Dick, y Melville
pensó que sacaría provecho del interés popular por las aventuras
marinas. Pero, para cuando se publicó, el gusto del público se
había desplazado hacia las novelas del Oeste, y Moby Dick
no tuvo un gran éxito en vida del autor.
Entre
principios y mediados del siglo XIX se desarrollaron en EEUU dos
ramas del Romanticismo: una, representada notablemente por Ralph
Waldo Emerson y Henry David Thoreau, fue el trascendentalismo (un
movimiento idealista centrado en la creencia en el alma, o «luz
interior», y en la bondad innata del hombre y la naturaleza); la
otra fue el llamado «romanticismo oscuro» que adoptó una visión
menos optimista de la naturaleza humana; en una reacción contra el
idealismo trascendentalista, autores como Edgar Allan Poe, Nathaniel
Hawthorne y Herman Melville exploraron a un ser humano propenso al
pecado y la autodestrucción.
Moby
Dick narra la travesía del barco ballenero Pequod,
comandado por el capitán Ahab, junto a Ismael y el arponero Quiqueg
en la obsesiva y autodestructiva persecución de un gran cachalote
blanco. Al margen de la persecución y evolución de sus personajes,
el tema de la novela es eminentemente enciclopédico al incluir
detalladas y extensas descripciones de la caza de las ballenas en el
siglo XIX y multitud de otros detalles sobre la vida marinera de la
época. Quizá por ello la novela no tuvo ningún éxito comercial en
su primera publicación, aunque con posterioridad haya servido para
cimentar la reputación del autor y situarlo entre los mejores
escritores estadounidenses.
Tuvieron
que pasar muchos años desde su publicación para que Moby
Dick
fuera finalmente juzgada como una de las grandes obras de la
literatura universal. En la actualidad ya no se le disputa semejante
consideración a este libro de extraordinaria riqueza, que encierra
en sus páginas un relato de aventuras, un tratado sobre ballenas y
balleneros, y, ante todo, una compleja reflexión sobre el ser
humano, simbolizada en la búsqueda de la venganza del atormentado
capitán Ahab. El amplio mar, la constante contemplación
del horizonte en busca de la presa, la abigarrada tripulación
del Pequod, ballenero comandado por un capitán
tullido y obsesionado por su venganza, la
cual, surgiendo de la profundidad de las aguas, como un espectro, es
la encarnación
del Mal: Moby Dick, la ballena blanca.
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