El conocido autor británico es famoso por sus brillantes cuentos infantiles y sus espeluznantes novelas para adultos.
Roald
Dahl, autor de
"Charlie y la fábrica
de chocolate", es uno
de esos autores que ocupa un lugar especial entre los escritores
de relatos infantiles por
la genialidad de sus textos.
Los cuentos
son esas
historietas amenas y sencillas, de colores brillantes en nuestra
imaginación y final feliz sobre el papel, que todos hemos disfrutado
en algún momento de nuestra vida. Y aunque
el paso del tiempo y el peso de la vida acaban por hacernos olvidar
la alegría que
sentíamos con los cuentos,
siguen guardando cierto ambiente mágico que nos devuelve a una
infancia sencilla.
De
ascendencia noruega, su familia se había trasladado a Reino Unido
hacía tiempo y allí nació.
La prematura muerte de su padre, cuando Roald solo tenía 3 años,
puso en una complicada situación económica a la familia. A pesar de
todo, decidieron quedarse en Reino Unido y Roald asistió a estrictos
colegios en los que el
castigo físico y la disciplina extrema eran la norma común.
Nunca destacó como estudiante ni le gustó someterse a esa autoridad
rígida, pero sí que demostró poseer gran inteligencia y ser un
apasionado de la aventura
y la acción.
Este
gusto por la adrenalina le llevó a alistarse en la RAF
durante la Segunda Guerra Mundial, donde fue
derribado varias veces pero consiguió salir con vida.
Después, sería contratado como experto en asuntos de aviación en
Estados Unidos. Muchos de sus textos destinados al público adulto se
basaron en sus propias experiencias y, aunque menos conocidos,
escribió grandes obras como ‘Relatos
de lo inesperado’
o ‘Mi
tío Oswald’
y fue guionista
para la saga
de James
Bond.
Sin embargo, si por algo se le recuerda es por haber dado vida a
algunas de las historias infantiles más
conocidas y vendidas
del siglo XX como James
y el melocotón gigante
(1961), Charlie
y la fábrica de chocolate
(1964) o Matilda
(1988). Varias de sus obras han sido adaptadas
al cine o al teatro
y la historia de Charlie y Willie Wonka ha vendido más
de 13 millones de ejemplares
en todo el mundo.
Es
probable que, además de por su humor e ingenio, las historias de
Roal Dahl se hayan hecho tan famosas porque están
escritas para que las disfruten tanto adultos como niños.
Llenas de magia, fantasía y una crítica social escondida a la
vista, cualquiera de sus libros le sacaría una sonrisa tanto a ese
niño que empieza a leer solo
como a los
padres que aún guardan unos minutos por la noche para que su hijo
duerma bien.
La lectura es uno de los mayores tesoros del ser humano, y es gracias
a personas como Roald Dahl que sigue llegando a los más pequeños.
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