¿Por qué celebrar este día?
Aunque
la UNESCO comenzó a celebrar este Día en 2002, no fue hasta el año
2005 que declaró su conmemoración oficialmente el tercer
jueves del mes de noviembre.
Para
la Organización
de las Naciones Unidas para le Educación, la Educación, la ciencia
y la Cultura (UNESCO),
la filosofía proporciona las bases conceptuales de los principios y
valores de los que depende la paz mundial: la democracia, los
derechos humanos, la justicia y la igualdad. Además, la filosofía
ayuda a consolidar los auténticos fundamentos de la coexistencia
pacífica y la tolerancia. El Día Mundial de la Filosofía celebra
la importancia de la reflexión filosófica y anima a las personas de
todo el mundo a compartir su herencia filosófica entre sí.
Los
principales
objetivos del Día Mundial de la Filosofía
son los siguientes:
-
renovar el compromiso regional, subregional e internacional en favor de la filosofía;
-
alentar el análisis, la investigación y los estudios filosóficos sobre los grandes problemas contemporáneos para responder mejor a los desafíos con que se enfrenta hoy en día la humanidad;
-
sensibilizar a la opinión pública sobre la importancia de la filosofía y su utilización crítica en las elecciones que plantean a múltiples sociedades los efectos de la mundialización o la incorporación a la modernidad;
-
hacer un balance de la situación de la enseñanza de la filosofía en el mundo, insistiendo particularmente en las dificultades para su acceso;
-
subrayar la importancia de la generalización de la enseñanza filosófica para las generaciones futuras.
Estos
objetivos se logran mediante la promoción de intercambios
universitarios y del mundo académico, pero también mediante el
acercamiento de la filosofía al público en general, que ha mostrado
siempre un vivo interés por esta actividad.
Para
celebrar este día, una cita fundamental:
“La
ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad.
La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su
inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable
porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de
decisión y valor para servirse por sí mismo de ella sin la tutela
de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia
razón: he aquí el lema de la Ilustración. La pereza y la cobardía
son causa de que una tan gran parte de los hombres continúe a gusto
en su estado de pupilo, a pesar de que hace tiempo la naturaleza los
liberó de ajena tutela; también lo son de que se haga tan fácil
para otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo no estar emancipado!
Tengo a mi disposición un libro que me presta su inteligencia, un
cura de almas que me ofrece su conciencia, un médico que me
prescribe las dietas, etc., así que no necesito molestarme. Si puedo
pagar no me hace falta pensar: ya habrá otros que tomen a su cargo,
en mi nombre, tan fastidiosa tarea.”
Kant,
I.: “¿Qué es la Ilustración?” (1784), en Filosofía de la
historia
No hay comentarios:
Publicar un comentario