El
13 de noviembre de 1907 se cumplió un hito de la aviación mundial:
el primer vuelo del prototipo de helicóptero que marcaría el inicio
de un cambio en el comercio, las comunicaciones y la guerra.
El
responsable de este milagro de la aviación fue el ingeniero francés
Paúl Cornu (1881–1944), que inició la construcción del
helicóptero en el primer semestre de 1907 sin imaginar, quizás, la
trascendencia de su invento. La única motivación fue un premio de
50.000 francos de esa época.
En
agosto de ese año, el extraño aparato de Cornu fue estrenado en los
aires. Se levantó de manera vertical, pero sin tripulación. El
ingeniero no se iba a exponer a un accidente de su aeronave.
El
primer helicóptero no lucía como el que hoy vemos volar. Parecía
un enredo de poleas, correas de cuero y guayas a punto de estallar o
de volar, pero en pedazos.
Cornu
hizo un fuselaje improvisado parecido a una V. A cada uno de estos le
instaló un rotor con dos palas gigantes y en el centro de esta
extraña mole de hierro y tiras: una estructura tubular. Instaló un
motor que, para los que han fabricado hoy, parece insignificante.
Detrás de este, una batería y el asiento de quien iba a pilotear la
máquina. Todo en este aparato era rudimentario, especialmente la
manera de controlar el primer prototipo: unas palancas que subían y
bajaban la nave.
Así,
el 13 de noviembre de 1907 hizo su primer vuelo en Norman de Lisieux,
en Francia. Cornu se animó a pilotear su invento, que duró 20
segundos a casi 31 centímetros sobre la tierra. Los rotores se
movieron a 90 revoluciones por minuto. El ingeniero francés fue el
primer hombre que se alzó y se mantuvo verticalmente en el aire,
como si fuera un colibrí.
A
pesar del gran avance que trajo la invención de Cornu, la industria
aérea se demoró para popularizar esta aeronave, por lo que el
esfuerzo se centró en la producción masiva y el desarrollo de
aviones. Sin embargo, en la década que salió el helicóptero se
empezaron a elaborar, muy rudimentariamente, algunos prototipos que
iniciaron con el desarrollo del aparato. ¿Cuál era el reto de estos
ingenieros? Que volara grandes distancias y a una buena velocidad,
así como solucionar los problemas aerodinámicos que tenía. Se
crearon, por lo tanto, prototipos de nuevos helicópteros hechos con
una estructura en X. Como sucedió en el primero, se le instalaron
rotores en cada una de las puntas, cada uno con cuatro palas dobles.
Este fue impulsado por un motor más potente y solo se logró un
vuelo vertical.
Después
de decenas de intentos por encaramar a estos aparatos en las nubes
por décadas, fue hasta 1938 cuando la industria militar creó el
primer helicóptero con fines de combate.
El
helicóptero hoy en día es la herramienta fundamental para la guerra
y las operaciones de rescate tanto en el combate, como en catástrofes
naturales.
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