Pensador,
escritor, diplomático y resistente franco-alemán,
de
familia adinerada, creció rodeado de artistas y tuvo una educación
elitista. Combatió a los nazis y sobrevivió a un campo de
concentración. Era el último padre vivo de la Declaración de los
Derechos Humanos de 1948.
Su carrera discurrió por el campo de la literatura, la diplomacia y de forma muy especial por la política en sus expresiones más activas. A su muerte dejó un legado calificado por sus seguidores de "visionario y lúcido" que sigue movilizando a la juventud.
Su carrera discurrió por el campo de la literatura, la diplomacia y de forma muy especial por la política en sus expresiones más activas. A su muerte dejó un legado calificado por sus seguidores de "visionario y lúcido" que sigue movilizando a la juventud.
Es
autor
del popular manifiesto “¡Indignaos!”,
un manifiesto político publicado en Francia en 2010 y que, en
palabras del autor, “exhorta a los jóvenes a indignarse”,
anima
a los jóvenes a la
movilización para conseguir un mundo viable.
“¡Comprometeos!”
es otro de sus libros escrito junto a Gilles Vanderpooten, publicado
en marzo de 2011 en Francia. Se trata de una entrevista entre Hessel,
de 93 años y Vanderpooten, de 25 años, sobre los derechos humanos,
la lucha contra la desigualdad y por la ecología. Hessel muestra su
preocupación por la diferencia inconmensurable entre las fuerzas
políticas y los jóvenes así como la degradación del planeta y el
medio ambiente como uno de los mayores desafíos para la movilización
de la generación más joven.
En
España de Hessel se han editado, además de ¡Indignaos!
y ¡Comprometeos!,
¡Mi
baile con el siglo!,
¡El
camino de las esperanza!
y ¡En
resumen, o casi!,
donde el agitador de conciencias aborda los temas de la indignación
y sus límites, la compasión, el amor, la admiración, la
resiliencia, la reivindicación de la dignidad, la fuerza de las
palabras, el compromiso político o la democracia para transmitir a
las nuevas generaciones que es preciso luchar a diario por recuperar
la dignidad y por construir las bases de un futuro común más justo
y accesible para todos.
En
su última obra Déclarons
la paix!,
publicada en Francia, dialoga en 48 páginas, con el Dalai Lama sobre
la manera en qué se puede hacer cesar la intolerancia y la violencia
que están "desgarrando" el siglo XXI, que incluye un
llamamiento, entre otros, a la reforma de las Naciones Unidas.
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