La
unidad estándar para medir temperaturas en todo el mundo es el grado
Celsius, pero existen otras. ¿Cuál es el origen de la escala
Fahrenheit?
El
grado Fahrenheit (representado
como ºF)
debe su nombre al soplador de vidrio,
físico e ingeniero Daniel
Gabriel Fahrenheit.
Nacido en 1686 en Gdansk, en la actual Polonia, se dedicó a viajar
por toda Europa tras la muerte de sus padres y acabó
por instalarse en la ciudad holandesa de Ámsterdam.
Allí, a principios del siglo XVIII empezó a trabajar en la
invención de un termómetro que
utilizara líquidos distintos al agua o al alcohol
para medir la temperatura. Para su nueva versión del termómetro
necesitaba un elemento cuya expansión térmica fuera amplia y
uniforme, que no se adhiriera al vidrio que lo contenía, que
permaneciera en estado líquido en un amplio rango de temperaturas y
que fuera fácil de ver por los usuarios. Finalmente se decantó por
utilizar mercurio
y en 1714
inventó su propio termómetro. Con el objetivo de sustituir
a la escala Rømer,
vigente por aquel entonces, el científico se decidió a diseñar su
propia escala que aplicar a sus termómetros, la cual publicaría en
el Acta
Editorum
ese mismo año.
Para
diseñar su escala, Fahrenheit partió
de dos puntos fijos de referencia
y más tarde añadió otros dos basados en las temperaturas de
congelación
y ebullición
del agua. El primer punto que situó en su termómetro fue el 0ºF,
siendo este la temperatura más baja del crudo
invierno de 1709
y que consiguió con una
mezcla de sal de amonio, hielo y agua líquida.
El segundo punto lo estableció con la temperatura
corporal
de una persona sana (su mujer), que por aquel entonces se consideraba
una constante. Aunque en
un primer momento le asignó la graduación de 24ºF,
los grados de su escala resultaban demasiado grandes y acabó por
dividirlos en cuatro partes y trasladar esa segunda referencia a los
96ºF.
Con estos dos valores establecidos se compuso el resto de la escala,
otorgándosele a la temperatura de congelación
del agua 32ºF
y a la de ebullición
212ºF.
Esta
medida tuvo gran extensión a nivel mundial, pero fue perdiendo
importancia cuando la Revolución
Francesa
estableció que el grado Celsius (símbolo
ºC)
debía considerarse como unidad
estándar para medir la temperatura.
En 1742, el físico y astrónomo sueco Anders Celsius propuso una
nueva escala que estableciera
que los 100º equivalía a la temperatura de congelación del agua a
nivel del mar y los 0º serían para la temperatura de ebullición
en mismas condiciones de presión. No sería hasta escasos años
después que el francés Jean-Pierre Christin invertiría esta
propuesta para que tuviera un orden más lógico y que aún hoy
perdura. Actualmente, el Sistema
Internacional
establece que la medida estándar de temperatura
es el grado Celsius y el Fahrenheit ha quedado prácticamente
reducido a Estados
Unidos, Bahamas, Belice y las Islas Caimán.
Como
curiosidad, el título de la novela distópica ‘Fahrenheit
451’
de Ray Bradbury hace referencia a la temperatura
de esta escala en la que arde el papel.
En ella, se narra un futuro desesperanzador en el que un gobierno
autoritario ha prohibido la lectura de cualquier libro y el
cuerpo de bomberos
se
dedica a quemarlos.
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