HACER BUENAS MIGAS
Las migas son un
plato tradicional que se preparan en un gran número de lugares de toda
la geografía española, pero que son famoso aquellos que cocinan y se
pueden degustar en La Mancha, gran parte de Andalucía, en el sureste de la península (Almería y Murcia), algunas provincias de Castilla y León, Extremadura o Aragón.
Este riquísimo y antiquísimo plato es originario de los pastores
trashumantes que recorrían gran parte de la geografía española llevando
sus rebaños y ganado de un lado a otro.
Solían portar una
hogaza de pan y algunos embutidos, los cuales les duraban gran parte del
trayecto y de eso se iban alimentando. Cuando el pan se ponía duro, una
de las formas de aprovecharlo era desmigándolo y mezclándolo con aceite
(también grasa animal) y agua, lo cocinaban y le añadían un poco del
embutido y unos ajos, para así darle sabor y consistencia al plato.
Normalmente se juntaban varios pastores a la hora de cocinarlas y comer
las migas, pero la expresión ‘hacer buenas migas’ no se refiere a si
estaban buenas o bien cocinadas, sino al acto de hermandad y concordia
que había entre los comensales, ya que cada uno aportaba algo a esa
comida (uno ponía el pan, otro el embutido, había quien aportaba el
vino…)
De ese momento de armonía y concordia con la que
compartían ese momento nació la expresión y el sentido que se le dio
cuando se utiliza para referirse a aquellos que se llevan bien entre si.