Después
de algunos años de ausencia, Pablo Klein vuelve a la ciudad de
provincias donde ha pasado su infancia para ejercer como profesor de
alemán en el Instituto. Allí entabla relación con distintas
personas de la ciudad, fundamentalmente jóvenes, y con las alumnas
del Instituto, sobre todo con Natalia. La rutina, el conservadurismo,
la hipocresía de la vida cotidiana de la posguerra, analizadas a
través de las ocupaciones cotidianas de este grupo de jóvenes, de
sus angustias, del aburrimiento y de la falta de imaginación, son
reflejo de la realidad de una juventud sin ilusión. Premio Nadal
1957.
Una
sutil y lúcida denuncia de la situación de la mujer en la España
de los años cincuenta. A
pesar de estar teñida por la tristeza y el desasosiego de una
generación condenada a vivir su juventud constreñida por unas
convenciones sociales muy estrictas, abría el camino a los jóvenes
y las jóvenes que no querían seguir limitados por sus papeles de
dominadores y sometidas.
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