En
1810 el escritor romántico escocés Sir Walter Scott, un gran
admirador de las antiguas tradiciones escocesas, trajo por primera
vez a la palestra la "cruz de fuego" al mundo moderno en su
poema "La Dama del Lago". En el poema se prende fuego a la
cruz en las cimas de las colinas para convocar a los clanes
escoceses. El trabajo de Scott era especialmente popular en el sur de
Estados Unidos, donde gran parte de la población era de origen
escocés-irlandés.
El
Ku Klux Klan original, fue fundado en 1866 y se disolvió a
principios de 1870, y no quemaba cruces, pero eso no impidió que el
escritor Thomas Dixon en su novela pro-KKK "The Clansman"
(1905) escribiera que eso sucedía. Era "La Cruz Ardiente de las
colinas de la antigua Escocia".
"The
Clansman" se convirtió en un fenómeno nacional cuando Dixon
vendió sus derechos para la película de DW Griffith, "El
nacimiento de una nación" . En una escena, el héroe de la
película a lomos de su caballo blande una cruz en llamas para
convocar a los Klans para expulsar a los opresores negros y a sus
aliados blancos del norte que controlaban el Sur. Mientras tanto la
orquesta de la sala de cine interpretaba "La Cabalgata de las
Valkirias" de Wagner.
William
J. Simmons, fundador del Klan en su segunda etapa (1915-1944),
improvisó una cruz y la quemó en una reunión de los nuevos
caballeros del Ku Klux Klan en la noche de Acción de Gracias de
1915, en Stone Mountain cerca de Atlanta. Las cruces llameantes han
sido una marca del Klan desde entonces. Sólo hay un problema. la
cruz de fuego de la leyenda escocesa no era la cruz romana vertical,
era la cruz en forma de X de San Andrés. San Andrés es el patrón
de Escocia.
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