A
veces somos un poquito exagerados para referirnos a ciertas cosas.
Los cántaros son vasijas de barro y es una medida muy clara para
expresar que cuando llueve mucho parece que están vertiendo el agua
desde las nubes a través de este tipo de vasijas. El dicho, por tanto, expresa
que llueve en demasía.
Esta
expresión tiene en inglés su equivalente: It's raining cats and
dogs. Algunos dicen que el origen de ésta surge en Francia, ya
que en París del siglo XVII los edificios no tenían bajo tejado por
lo que allí se juntaban un montón de alimañas y animales entre
ellos perros, gatos, ratas y un largo etc. Cuando llovía mucho, el
agua terminaba forzando a los animales a salir de ahí y descender a
las calles, por lo que parecía que llovían perros y gatos. Otro
origen, se comenta que surgió en Inglaterra. En las ciudades
existían numerosas callejuelas que cuando llovía mucho se inundaban
y se convertían en torrentes de agua, por lo que a su paso ahogaba a
los numerosos perros y gatos callejeros que rondaban por allí. El
agua arrastraba a los cadáveres de estos animales y los desperdigaba
por allí, haciendo que pareciera que habían caído con la lluvia. Y
por último, un origen un poco más basado en las creencias populares
de la época, que se pensaban que los gatos tenían mucho que ver con
las tormentas. Se creía realmente que esos gatos eran la presencia
de brujas. Por su parte, algunos perros se identificaban con vientos
huracanados, por lo que si llovía "cats and dogs" es que
se iban a desatar las furias de los seres malignos. Aunque estas
creencias ya no están vigentes, la frase ha permanecido a lo largo
de los tiempos.
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