Se
cumplen 6
años del fallecimiento
del legendario músico, patriarca de la canción protesta.
Es
imposible concebir la música folk sin la figura de Pete Seeger.
Igual ocurre con la denominada canción protesta, germen histórico
de la canción de autor. De hecho, ni siquiera es posible imaginar la
dimensión de Bob Dylan sin la inspiración y la guía que le ofreció
Seeger. Incluso buena parte de la carrera de Bruce Springsteen, desde
The
ghost of Tom Joad
(1995) hasta el presente, está marcada bien musical, bien
conceptualmente, por el estilo, la labor y el férreo compromiso
social de los que Seeger hizo gala a lo largo de toda su vida.
Durante
los años cuarenta y cincuenta cantó para los sindicatos, para los
obreros, para los jornaleros… Fue el gran cabeza de turco de la
industria musical durante la caza de brujas del senador McCarthy,
aunque irónicamente haya habido pocos cantantes más patriotas que
él, entendiendo el amor a su país como la necesidad de una
autocrítica inflexible ante cualquier injusticia social. Más tarde,
en los sesenta, se convirtió en el gran referente de la música folk
para toda una generación de nuevos artistas.
Durante
setenta años fue uno de los izquierdistas más acérrimos y
beligerantes. Ni un solo conflicto social ni bélico de la segunda
mitad del siglo XX se libró de su activismo vocacional. Empuñó su
banjo de cinco cuerdas contra la intervención en Corea, en Vietnam y
en Irak, y también hizo oír su voz en apoyo del movimiento por los
derechos civiles, por la dignidad de los homosexuales, en contra de
la energía nuclear y en apoyo del medio rural. Pete Seeger era solo
un niño cuando su padre, académico y músico de ideas socialistas
nada discretas, le advirtió: “Nunca te preguntes ‘¿Es buena
esta música?’, porque la cuestión relevante es: ‘¿Para qué
sirve esta música?”.
Fiel
a ese principio, su trabajo se asentó en dos pilares: la
recuperación y preservación de la canción tradicional
estadounidense (el folk de los pioneros de los siglos XVIII y XIX y
de los trabajadores de los campos del XX); y el empleo de esas
canciones tradicionales así como de composiciones propias al
servicio de la lucha de aquellos que se veían desamparados bajo el
supuestamente infalible manto de libertad nacional. Para Seeger,
cantar era un ejercicio proactivo. “Yo no quiero que la gente
escuche mis canciones, quiero que las cante conmigo”.
Nacido
en Patterson, Nueva York, el 3 de mayo de 1919, Pete Seeger falleció,
a los 94 años, el 27 de enero de 2014. Poco tiempo antes, había
cantado junto a Springsteen en la gala inaugural de Barak Obama: un
afroamericano en la Casa Blanca. Sin duda, algunas de las canciones
que seleccionamos a continuación ayudaron a conseguirlo.
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