Poeta
nicaragüense
que fue el iniciador y el máximo representante del Modernismo
hispanoamericano y
uno
de los grandes renovadores del lenguaje poético en las letras
hispánicas.
En
brillantez formal, estilística y musical, apenas hay autor en lengua
española que iguale al Darío de la primera etapa, la etapa
plenamente modernista de Azul
(1888) y
Prosas Profanas
(1896).
Cuando
se aminora su esteticismo, y el ideal del arte por el arte deja lugar
a nuevas inquietudes, surge su obra maestra, Cantos
de vida y esperanza
(1905), en la que el absoluto dominio de la forma ya no tiene la mera
belleza como único objetivo, sino que sirve a la expresión de una
intimidad angustiada o de preocupaciones sociohistóricas, como el
devenir de la América hispana.
Su
poesía,
tan bella como culta, musical y sonora, influyó en centenares de
escritores de ambos lados del océano Atlántico.
Genio
lírico hispanoamericano de resonancia universal, manejó el idioma
con elegancia y maestría, lo renovó con vocablos brillantes,
desarrolló ensayos métricos audaces y primorosos
y se atrevió a realizar combinaciones fonéticas dignas de Fray Luis
de León (como aquella del verso "bajo el ala aleve de un leve
abanico") hasta erigirse en el maestro por antonomasia de la
musicalidad, del ritmo y la armonía.
El
gran lírico nicaragüense abrió las puertas literarias de España e
Hispanoamérica hacia lo exterior, como lo harían en seguida, en
plano más ideológico, los escritores españoles de la generación
del 98.
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