El
sí de las niñas
se representó por primera vez en el teatro de la Cruz el día 24 de
enero de 1806 y supuso un éxito inmediato de público, de manera que
sólo se suspendió su representación una vez que llegó el tiempo
de Cuaresma
durante el cual,
como era tradición, se cerraban los espectáculos teatrales. Tal
éxito llamó la atención de la Inquisición y el reestreno de la
obra, en 1834 se produjo con algunas enmiendas de censura.
Leandro
Fernández de Moratín (1760–1828)
escribió esta
comedia dramática en la España de comienzos del siglo XIX que,
tras
la oleada cultural que supuso la Ilustración,
el Enciclopedismo y la filosofía racionalista, el movimiento
neoclásico (con raíces en el pensamiento grecolatino e influencia
filosófica renacentista) estaba
en pleno auge.
España
estaba
a punto de sufrir uno de los acontecimientos claves de su historia:
el final del reinado de Carlos IV y la invasión de los franceses.
Napoleón
Bonaparte
campeaba
en esas fechas por Europa.
El
género preferido de Moratín era la comedia, por “representar
mejor al género humano, con todos sus defectos y con todas sus
virtudes”.
El autor pensaba igualmente que el teatro debía ser para “divertir”
y también para “instruir
moralmente”
al público, por lo que en sus obras siempre puede encontrarse
detalles de lo que se ha dado en llamar ‘función pedagógica’.
El
sí de las niñas
es la primera obra de la literatura española que afronta el tema de
los matrimonios de conveniencia y de la sumisión de los hijos a la
autoridad de sus padres en lo que a decisiones sobre uniones
conyugales concernía. De
ahí que su
tema central sea
la libertad, pero
no en un sentido político; se
trata de la libertad del individuo para romper los prejuicios morales
o normativos que impedían el pleno desarrollo de su personalidad. El
convencionalismo de que los hijos debían
acatar la autoridad de los padres en lo que se refería al matrimonio
estaba respaldado por una Orden Real de Carlos
III
que era de obligado cumplimiento. En este
contexto el autor pretende criticar las uniones o matrimonios
desiguales, concertados por motivos económicos, sin que intervenga
ninguna querencia ni pasión y
se confirma como el eje temático de esta obra la
expresión contenida de un deseo del autor por superar esas trabas.
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