El
cine tiene los Oscars, la música tiene los Grammys y la televisión
tiene los Emmys. El próximo día 17
de septiembre
tendrá lugar en Estados Unidos la ceremonia de entrega
de los Emmy Awards,
que reconocerán el trabajo y esfuerzo de los programas y series de
televisión, así como de la gente que trabaja en ellos. Pero, ¿cómo
funciona el proceso de votación? ¿Quiénes participan? ¿Qué
requisitos hay?
Un
poco de historia
Para
hablar del inicio de los Emmys tenemos que remontarnos al
25 de
enero
de 1949,
cuando la Academía de Televisión de las Artes y las Ciencias (ATAS)
decidió organizar una entrega de premios como parte de una
estrategia para dar
visibilidad a la Academia.
La primera edición fue a nivel local, premiando tan sólo a
programas y personalidades de Los Angeles. En la década de los 50,
el evento ya fue ampliado a nivel nacional.
Pronto
se encontraron con un problema: había
demasiadas categorías,
demasiados premios que dar en una sola noche. Comenzó entonces, en
1974, a celebrarse por separado la entrega de los
Daytime Emmy Awards,
que premian a los programas que se emiten durante el día. También
en los 70 se crearon los International Emmy Awards, para reconocer
programas de fuera de Estados Unidos. Hoy en día también hay Sports
Emmys, Regional Emmys y hasta Students Emmys, pero los que más
repercusión tienen a nivel internacional son los Primetime
Emmys,
que son los que nosotros tratamos aquí.
¿Y
la estatuilla? Fue diseñado por un ingeniero de televisión, Louis
McManus, que usó a su mujer como modelo. Se diseñó para que
representara el arte (la figura de a mujer) y las ciencias (el
átomo). Pesa poco
más de 2 kilogramos
y mide 40.64 centímetros. De su fabricación se encarga la misma
compañía que cada año fabrica las estatuillas de los Oscars. El
propio nombre, "Emmy", viene de "immy", como se
solía conocer entre los profesionales del sector.
Primetime Emmys
Los
que a nosotros
nos interesan son los Emmys del Primetime,
que, como su nombre indica precisamente, premian a las series y
programas que se emiten en esa franja horaria. Estaríamos hablando
de la mayoría de series y de realities.
La
ceremonia siempre se celebra
a comienzos de septiembre,
justo antes de que comience la temporada televisiva, y su
retransmisión la hace alguna de las cuatro cadenas generalistas
(ABC, CBS, FOX y NBC), que van rotando
cada año.
Los años en que le toca a la NBC, los premios se tienen que
adelantar a finales de agosto para no coincidir con la emisión de
fútbol americano de los domingos, que también emite la cadena.
Además,
y como hay tantas categorías, se creó la figura de los Creative
Arts Primetime Emmys,
que premia en una gala distinta los aspectos técnicos (edición de
cámara, de sonido, casting, cinematografía, música,
maquillaje...). Los Primetime Emmys quedan reservados para categorías
con más interés para el espectador medio, es decir, las
protagonizadas por series y programas, por los actores, por los
directores y por los guionistas. A pesar de limitarse a ellos,
estamos hablando de una gala que dura en
torno a 2 horas,
y en la que van a toda prisa anunciando los ganadores de
27 categorías.
Podéis imaginaros lo que ocurriría si se dieran todas las
estatuillas en una misma noche.
Cómo se elige a los nominados y a los ganadores
Después
de anunciar a los nominados (o incluso a los ganadores), es habitual
leer quejas de que a una serie no la han incluido o que algún actor
falta entre los elegidos. Para entender que algunas series, tanto
populares como aclamadas por la crítica, y algunos actores, tanto
conocidos como desconocidos, a veces estén entre los nominados y
otras veces no, es necesario entender cómo
se eligen
precisamente a estos candidatos al premio.
Una
de los detalles más importantes a destacar, y que no todo el mundo
conoce, es que la gente o las series que quieran optar al premio
deben
presentarse como candidatos
a la nominación ellos mismos. Ningún comité ni grupo de ejecutivos
de la Academia va a llegar y nominarles sin más. Habitualmente son
las productoras o las cadenas las que presentan a sus candidatos.
Además, y para hacer las candidaturas más visibles, es habitual ver
anuncios "For your consideration" ("Para vuestra
consideración") en revistas especializadas e Internet. También
se envían packs especiales de DVD a los miembros de la Academia.
Y
hay dos
pequeños detalles a tener en cuenta: todos los candidatos deben
pagar una pequeña
cantidad de dinero (entre
200$ y 600$) por serlo y además un comité de la Academia de
Televisión comprueba que cumplen las normas (que se han presentado
en el género correcto, que entran dentro del periodo especificado,
duración, etc).
Ahora
que ya tenemos una lista preliminar de todos los "nominables",
falta escoger a los nominados. Uno de los grandes problemas a los que
se enfrenta, desde hace tiempo, la Academia de Televisión, es cómo
conseguir que los Emmys
sean justos y reconozcan la calidad de una serie pero
sin dejar de lado la popularidad. La gran pregunta es cómo llegar a
una lista de nominados que contenten tanto al público general como a
los críticos especializados de la televisión. Por ello, el sistema
de votación para obtener a los candidatos al premio no es del todo
fijo y cambia según las
necesidades cada pocos años.
En
el 2007 se introdujo un cambio fundamental, que combinaba
voto "popular" con un voto "de la élite".
Primeramente, el grueso de los miembros de la Academia de Televisión
escogía a 10 candidatos en cada categoría, los más votados. Eso
sí, con una condición: los guionistas sólo podían votar a
guionistas, los actores a otros actores, etc. A las categorías
generales, que se refieren a series y miniseries, todos podían
votar. Con este sistema siempre salían elegidas las series y los
profesionales más populares.
Con
esas 10 escogidas, después llegaba un "Blue
Ribbon Panel"
(así lo llamaban), donde un comité de expertos de la Academia de la
Televisión ordenaba, en orden de preferencia, las 10 series. La
lista final de nominados resultaba de combinar,
al 50%,
la lista popular y la lista de la élite (antes de 2007, la lista
final era elaborada tan sólo con los votos de la élite).
El
problema
con este sistema
es que los responsables de la Academia de la Televisión sintieron
que el público cada vez se sentía menos identificado con las
nominaciones. Sí, daban oportunidades a series de cable poco
conocidas, pero también dejaban fuera a otras favoritas del público.
Si a eso le sumamos las filtraciones que había otros años de las
listas de los 10 finalistas de cada categoría y que los paneles con
los screenings de las finalistas eran caros de hacer, es comprensible
que la Academia de la Televisión no estuviera del todo contenta con
el procedimiento. Por este motivo, los
"Blue Ribbon Panels" fueron eliminados del sistema en 2009.
Actualmente,
la lista final de nominados se
elabora tan sólo con el voto "popular",
entendiendo por tal el de todos los miembros de la Academia de la
Televisión (guionistas, productores, editores de sonido, estilistas
y un largo etc.). Se mantiene la norma de otros años que establece
que cada
uno vote en su categoría
(guionistas a guionistas, actores
a actores, etc.)
y que en las genéricas voten todos. De los más votados sale la
lista de nominados. En el caso de que en una categoría exista una
diferencia de menos del 2% de votos entre el último nominado y la
siguiente serie sin nominar, se considera empate y ambas pasan a
estar nominadas.
Después,
una vez ya publicada la lista de nominados, la Academia pide
voluntarios entre sus miembros para formar un jurado
que escoja a los ganadores. Dichos voluntarios no deben tener
intereses en las categorías en las que votan y, además, se
comprometen a ver los episodios presentados por todos los nominados
antes de votar al ganador. El problema aquí es que ellos se
comprometen a hacerlo, pero no hay forma de comprobar que lo han
hecho ya que no hay paneles comunes, sino que los académicos ven los
episodios en sus casas. Puede que no sea el mejor sistema, pero
después de muchas pruebas y muchos cambios es el que se lleva usando
en los últimos
años.
Las normas no son definitivas
Si
hay algo que hemos aprendido estos años es que las normas de los
Emmys no son, en absoluto, definitivas, y cambian
año tras año
en función de cómo se hayan desarrollado los premios o de cómo
vayan a desarrollarse. El 'Board of Governors' de la Academia de la
Televisión repasa antes de cada edición las reglas de cada
categoría para ver si necesitan ser actualizadas y después ellos
mismos votan para aceptar que se realice (o no) el cambio.
Otras
veces, las lagunas en
alguna de las normas provocan situaciones bastante
surrealistas que deben ser evitadas, por lo que se adaptan las
reglas: en el 2006, la actriz Ellen Burstyn fue nominada a Mejor
actriz secundaria de drama en una telemovie y ¿cuál fue el
problema? Que su papel en 'Mrs. Harris', por el que fue nominada,
duraba exactamente 14 segundos. Fue nominada por decir dos frases.
Como norma, al año siguiente se añadió que los actores tenían que
aparecer en, al menos, un 5% del total de la telemovie para ser
nominados.
Pero
aquí se puso de manifiesto algo más importante: muchos de los
académicos que votaban en los Emmys votaban
por el nombre,
y realmente no veían y valoraban las candidatas. Sólo así se
explicaba la nominación de Burstyn. Hoy en día, la misma sombra
sigue sobre los que votan, aunque desde la Academia de Televisión se
sigue intentando evitar este tipo de situaciones.
Conclusiones
En
definitiva, los Emmys son unos premios que intentan premiar tanto
calidad como popularidad, y para ello están continuamente buscando
nuevas formas de conseguirlo. Ya veremos si funcionará el método
este año.
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