La
historia del arte le considera uno de los mayores maestros barrocos
de la pintura y el grabado, siendo con seguridad el artista más
importante de la historia de los Países Bajos. Su aportación a la
pintura coincide con lo que los historiadores han dado en llamar la
edad de oro neerlandesa, el considerado momento cumbre de su cultura,
ciencia, comercio, poderío e influencia política.
Habiendo
alcanzado el éxito en la juventud, sus últimos años estuvieron
marcados por la tragedia personal y la ruina económica. Sus dibujos
y pinturas fueron siempre muy populares, gozando también de gran
predicamento entre los artistas, y durante veinte años se convirtió
en el maestro de prácticamente todos los pintores neerlandeses.
Entre los mayores logros creativos de Rembrandt están los
magistrales retratos
que
realizó para sus contemporáneos, sus autorretratos y sus
ilustraciones de escenas bíblicas. En sus autorretratos,
especialmente, se observa siempre la mirada humilde y sincera de un
artista que trazó en ellos su propia biografía.
Rembrandt
tenía un profundo conocimiento de la iconografía clásica, y en sus
pinturas y grabados solía interpretarla libremente para ajustarla a
su propia experiencia. Así, en la representación de una escena
bíblica Rembrandt solía combinar su propio conocimiento del texto
con su particular concepto de la composición clásica y algunas
observaciones anecdóticas de la población judía deÁmsterdam. Por
la empatía con que retrató la condición humana, Rembrandt ha sido
considerado "uno
de los grandes profetas de la civilización".
ANÉCDOTA:
El realismo de Rembrandt
El
burgomaestre de una pequeña población flamenca le encargó un
retrato a Rembrandt.
El pintor holandés aceptó el encargo de buen grado.
Trabajó
durante unos días en dicho retrato y cuando el hombre fue a buscar
el cuadro quedó disgustado con el resultado final. Veía poco
realismo en la obra del pintor, por lo que pidió al artista que lo
retocara.
El
artista aceptó rehacer su obra e instó al burgomaestre a recoger el
cuadro unos días después. Llegada la fecha acordada, el cliente
entró en el estudio del pintor y llamó su atención una moneda que
había en el suelo. Con disimulo se agachó a recogerla, pero no
pudo, ya que había sido pintada por Rembrandt.
El
hombre comprendió la genialidad del pintor y se llevó el cuadro a
su casa sin tan siquiera mirar si el resultado final era de su
agrado.
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