La
fecha del carnaval depende de cuándo se celebre el Domingo de
Resurrección, que es variable según el calendario lunar.
El
carnaval es una fiesta que tiene su origen en diversas celebraciones
paganas de excesos gastronómicos y sexuales que ya realizaban
civilizaciones antiguas como los sumerios y los egipcios, y más
adelante, griegos y romanos.
Tradicionalmente
es una fiesta de invierno dado que en su origen más primitivo
festejaba el final de la siembra y se expresaba en ella una petición
de expulsión de los malos espíritus de las cosechas y como
veneración a diversos dioses.
Esta
celebración se materializaba en excesos de toda clase,
habitualmente, de carácter gastronómico y sexual. El uso de
máscaras
y otro tipo de disfraces provenía, probablemente, de la tendencia a
ocultar la identidad mientras se realizaban estos actos.
Pero
la
fecha en la que celebramos hoy en día el carnaval depende
enteramente de la influencia cristiana.
Cuando
la religión
monoteísta cristiana colonizó los principales pueblos europeos, la
Iglesia evangelizó también las principales celebraciones paganas;
en cuanto al carnaval, quiso mantenerlo como la celebración previa a
la Cuaresma, un periodo de penitencia cristiana y que se vive
llevando a cabo el ayuno y la abstinencia. Por tanto, el carnaval se
celebra, cada año, los 40 días antes del Domingo de Ramos, que
precede al Domingo de Resurrección.
Pero
todo esto depende de cuándo se celebre el Domingo de Resurrección,
que es variable según el calendario lunar.
El
Domingo de Resurrección (también
llamado Domingo de Pascua)
se estableció por el cristianismo como el domingo de la primera
semana de primavera con luna llena. A
partir de ahí, se le resta una semana, lo que nos da el Domingo de
Ramos. Y por último, para
calcular la fecha del carnaval, le restamos otros 40 días de la
Cuaresma,
el periodo de penitencia y ayuno en los que Jesús
estuvo vagando por el desierto, según los textos sagrados.
El
Domingo de Ramos es el final de la Cuaresma,
que conmemora la entrada de Jesucristo en Jerusalén,
lo que da comienzo a la Pasión, Muerte y Resurrección que da
sentido a la Semana
Santa.
En
definitiva: el
carnaval se celebra cada año en una fecha distinta porque el
calendario lunar no coincide con el solar;
y dependemos de conocer la primera luna llena de la primavera para
establecer el Domingo de Resurrección, y por tanto el Domingo de
Ramos y los 40 días de la Cuaresma.
Durante
la Cuaresma, los cristianos practican un ayuno voluntario. Por tanto,
era bien visto por la Iglesia
continuar
con la tradición pagana de los excesos llevados a cabo en el
carnaval (que viene de los términos latinos ‘carne’ y ‘levare’,
palabra que significa algo así como ‘despedirse de la carne’)
como colofón antes de la dura penitencia.
El
día que comienza la Cuaresma se denomina Miércoles
de Ceniza,
momento en que comienza la abstinencia. Por eso, el carnaval también
era la excusa perfecta para terminar todas las reservas de carne y
alimentos, en forma de gran banquete, que había que eliminar dado
que no aguantarían la cuaresma, en tiempos antiguos en los que se
carecía de sistemas de refrigeración.
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