La
cinta de Alfred Hitchcock causó polémica y pánico cuando se
estrenó hace 58 años en Nueva York.
“Psicosis”
(“Psycho”, en su título original en inglés) es una película
estadounidense de terror y suspense dirigida por Alfred Hitchcock,
protagonizada por Anthony Perkins, Vera Miles, John Gavin, Martin
Balsam y Janet Leigh. Estrenada por primera vez en cines el
16 de junio de
1960. El guión, de Joseph Stefano, se basa en la novela homónima de
1959 escrita por Robert Bloch, que a su vez fue inspirada por los
crímenes de Ed Gein, un asesino en serie de Wisconsin.
La
película tiene lugar en su mayor parte en un solitario motel, donde
se aloja una secretaria, Marion Crane (Janet Leigh), que ha huido con
dinero robado de su empresa. El motel está regentado por Norman
Bates (Anthony Perkins). En el momento de su realización se
consideró distinta al anterior trabajo de Hitchcock, “North by
Northwest” (1959), por estar rodada con un bajo presupuesto, con el
equipo de una serie de televisión y en blanco y negro. Inicialmente
la película recibió comentarios mixtos, pero en una revisión
motivó opiniones muy positivas que dieron lugar a cuatro
nominaciones a los Premios Óscar,
incluyendo el de mejor director para Hitchcock y el de mejor actriz
de reparto para Leigh.
Considerada
hoy como una de las mejores películas de Hitchcock, y elogiada como
una obra de arte cinematográfica de la crítica internacional,
“Psicosis” también ha sido aclamada como una de las mejores
películas de la historia del cine.
Pocas
escenas fueron tan determinantes de la historia del cine:
una joven mujer disfruta de una ducha; de pronto aparece una figura
negra y la apuñala reiteradas veces; mientras
que unos agudos violines martillean el tímpano del espectador, la
sangre de la bella mujer fluye al desagüe, que lentamente se
convierte en el ojo abierto de la asesinada.
Hitchcock
llevaba por
entonces
38 años de éxitos en el cine, había logrado capturar la atención
del gran público. El
“maestro del suspenso” siempre tenía algo que narrar en tono de
misterio, con su particular manera, con su estilo, con sus tramas
intrincadas y el manejo de la sensación del suspense. En 1960
cumpliría 61 años y estaba cansado de la forma de sus películas.
El director que siempre modificaba sus formas narrativas y encontraba
historias comunes pero narradas de una forma espectacular, se estaba
repitiendo. Y
“Psicosis”
no era como la mayoría de sus películas. En “Psicosis” se
encuentra un elevado nivel de violencia y de sexualidad explicita.
Por
aquella época
existía una estricta censura para todo tipo de escenas, tanto de
besos, abrazos, como de sangre o muerte, de
ahí que
“Psicosis”
supuso una evolución enorme en el Lenguaje Cinematográfico:
logró que los 45 segundos que dura aquella famosa y agresiva escena
de la ducha, se queden en la memoria colectiva del mundo occidental.
El
crimen de la película se basó en un caso real. Debido a que buscaba
un género totalmente nuevo, Hitchcock
decidió adaptar al cine la novela de Robert Bloch.
Los estudios Paramount consideraron que el proyecto no era atractivo,
por lo que, con gran esfuerzo, Hitchcock financió la película. La
producción en blanco y negro,
algo ya superado en 1960, no sólo tenía una función artística
–resulta idóneo para evocar el ambiente siniestro y sombrío de
relato gótico–, sino que también reducía considerablemente los
costos. Y el presupuesto fue determinante además para que Hitchcock
no contratase estrellas. A Janet Leigh, que muere duchándose en el
clásico del cine, sólo se la conocía por un par de películas, por
su matrimonio con Tony Curtis y su hija Jamie Lee Curtis, quien nació
unos meses antes del rodaje de "Psicosis". Anthony Perkins
sólo había tenido unos pocos papeles en la televisión, antes de
interpretar al psicópata con un cuchillo y
captó
magistralmente la timidez y la psicosis edípica y asesina de Norman
Bates, al punto que el papel lo perseguiría durante el resto de su
vida.
La
famosa escena de la ducha fue grabada una y otra vez. Y copiada una y
otra vez. Usó
setenta posiciones de cámara para cuarenta y cinco segundos de
película
en
los que
se infringe la mayor cantidad de violencia explicita sin mostrar nada
más que fragmentos de acciones, con los que crear
la sensación en el espectador de que está viendo algo que realmente
no está allí, sino en sus mentes.
"Psicosis"
dejó claro a una sociedad de posguerra acostumbrada al auge y al
"babyboom" que existe algo así como los asesinos seriales
dementes. Hizo
historia, atemorizó a millones de personas, dio a su creador el
prestigio de "director de películas de terror" y tuvo
influencia en generaciones de directores.
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