El
25 de junio de 1947 se publicó el Diario de Ana Frank, símbolo de
la resistencia a la barbarie nazi.
Annelies
Marie Frank Hollander, conocida en español como Ana Frank
(1929-1945), fue una adolescente judía alemana que ha pasado a la
Historia por la edición de su diario personal con el título de
Diario
de Ana Frank.
En él dejó un conmovedor y preciso registro de los dos años que
pasó ocultándose, con su familia y cuatro personas más, de los
nazis en Ámsterdam, durante la II
Guerra Mundial.
Finalmente fueron capturados y enviados a distintos campos de
concentración, donde todos murieron menos Otto
Frank, el padre; sería el artífice de la publicación del diario
como un símbolo de la resistencia a la barbarie y un testimonio
contra
el olvido o la negación del Holocausto.
El
12 de junio de 1942, como regalo de cumpleaños, Ana recibió de sus
padres un pequeño cuaderno (en la foto que ilustra este artículo)
que había visto en una tienda unos días antes. Se trataba de un
libro de autógrafos encuadernado en tela a cuadros rojos y negros:
Ana decidió utilizarlo como diario. Empezó a escribir en él
describiéndose a sí misma, a su familia y su vida diaria en casa y
en el colegio. A falta de una "amiga del alma", escribía
como si estuviera dirigiéndose a una a la que llamó "Querida
Kitty". Si bien esta primera parte del diario muestra la vida
típica de una escolar, también reseña
los cambios que se fueron implantando en Ámsterdam –adonde se
había trasladado la familia tras el ascenso
de Hitler al poder–
desde la ocupación alemana, y la progresiva opresión de la
población judía.
El
5 de julio de 1942, los Frank recibieron una orden de presentarse
para ser deportados a un campo de trabajo. Decidieron
entonces seguir un plan del padre: esconderse en la buhardilla de la
empresa familiar de alimentación,
en cuartos camuflados. Más tarde se les unieron los Van Pels y su
hijo Peter y Fritz Pfeffer, dentista y amigo de la familia. Vivieron
ocultos de este modo más de dos años, hasta agosto de 1944, y Ana
no dejó de escribir su diario en todo ese tiempo,
en un tono cada vez más maduro, reflexivo y desolado: la última
anotación es del 1 de agosto de 1944. Tres días después, en
la mañana del día 4, la Policía nazi asaltó la achterhuis
(la casa de atrás, como la llamaban) tras recibir un soplo.
Los
inquilinos fueron detenidos, interrogados, separados y enviados a
distintos campos. Ana
pasó por Auschwitz
y acabó muriendo de tifus en Bergen-Belsen. Sólo Otto Frank
sobrevivió y pudo regresar a Ámsterdam. Allí recibió de manos de
Miep Gies, una mujer que les había ayudado a ocultarse, el diario de
su hija,
que había hallado en la buhardilla y puesto a salvo. Al
preguntársele a Otto muchos años después sobre su primera reacción
tras leerlo, respondió sencillamente: "Nunca supe que mi
pequeña Ana era tan profunda". Decidió que debía ser
publicado y lo llevó a los historiadores Jan y Anne Romein, que con
un famoso artículo -"Expresado con la voz de una niña, muestra
los odios del fascismo mejor que todas las evidencias de los juicios
de Núremberg juntas"- llamaron la atención sobre él. Así,
finalmente, el Diario
de Ana Frank
se publicó el 25 de junio de 1947.
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