“Un bibliotecólogo se encarga de ayudar a las personas a desarrollar su potencial a través del conocimiento”.
Tratamos constantemente con el futuro de otros; eso que llamamos “necesidades de información” son expectativas, sueños de personas, los cuales, en ocasiones, no alcanzamos a dimensionar. Ayudamos a chicos de colegio y escuela a hacer sus tareas, a estudiantes universitarios a entender textos complejos guiándolos a través de la lectura, definimos temáticas para tesis de grado, recomendamos a quienes quieren leer, y no saben qué escoger, el libro que creemos les va a “gustar” o los va a “encarretar”.
Nuestra labor va más allá de construir sofisticados sistemas de información, servicios de información, estándares, sistemas de clasificación y catalogación, lenguajes documentales, curar contenidos, hacer promoción de lectura (animación la llaman algunos, pero esa es otra historia).
¿Conocemos a los usuarios? ¿Sabemos que hay detrás de cada pregunta, de cada queja, de cada visita a la biblioteca? ¿O somos esos tecnófilos que nunca se acercan a la gente de corazón? Creemos en una bibliotecología que sirva a la sociedad. Nuestro trabajo no es la información, son las personas, las comunidades… El libro es apenas un medio, la tecnología una bendita herramienta, no el fin en sí misma.
Tratamos constantemente con el futuro de otros; eso que llamamos “necesidades de información” son expectativas, sueños de personas, los cuales, en ocasiones, no alcanzamos a dimensionar. Ayudamos a chicos de colegio y escuela a hacer sus tareas, a estudiantes universitarios a entender textos complejos guiándolos a través de la lectura, definimos temáticas para tesis de grado, recomendamos a quienes quieren leer, y no saben qué escoger, el libro que creemos les va a “gustar” o los va a “encarretar”.
Nuestra labor va más allá de construir sofisticados sistemas de información, servicios de información, estándares, sistemas de clasificación y catalogación, lenguajes documentales, curar contenidos, hacer promoción de lectura (animación la llaman algunos, pero esa es otra historia).
¿Conocemos a los usuarios? ¿Sabemos que hay detrás de cada pregunta, de cada queja, de cada visita a la biblioteca? ¿O somos esos tecnófilos que nunca se acercan a la gente de corazón? Creemos en una bibliotecología que sirva a la sociedad. Nuestro trabajo no es la información, son las personas, las comunidades… El libro es apenas un medio, la tecnología una bendita herramienta, no el fin en sí misma.