Decimos
que son siete porque así lo propuso el científico e inventor Isaac
Newton: siete son las notas musicales y los días de la semana.
En
el siglo XVII fue precisamente Isaac
Newton
quien se dio cuenta de que, cuando separamos la luz blanca con un
prisma (o gotas de lluvia), obtenemos el espectro visual de la luz de
color –también conocido como arco iris–. En el espectro visual,
cada color se mezcla con sus respectivos 'vecinos'; no
es un conjunto distinto de colores sino un espectro. Pero Newton
decidió que probablemente deberíamos dividir este espectro en
trozos, para poder hablar más fácilmente sobre él. Al hacer pasar
un haz de luz blanca por un prisma de cristal, el físico
vio que se separaba en colores puros, los mismos que aparecen en el
arco iris. En ambos casos, el espectáculo cromático se debe al
fenómeno de la refracción de la luz cuando pasa de un medio –el
aire– a otro –el vidrio o una gota–, sale descompuesta en una
rica gama de colores, que van del violeta al rojo. Concretamente se
considera que estos pueden definirse en siete colores fundamentales:
rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta.
El
arco
iris
es un fenómeno visual que nunca parece perder su magia, sin importar
cuántas veces hayas visto uno de estos grandes arcos multicolores en
el cielo.
Los
colores del arco iris son causados por una combinación de refracción
(flexión) y reflejo (rebote) de la luz del sol por las gotas de agua
en la atmósfera.
Además, los ángulos de los rayos de luz que alcanzan sus ojos desde
los puntos en los que se encuentran con las gotas de agua deben estar
dentro de un cierto rango, y a la distancia correcta de usted.
El
mejor momento para detectar un arco iris
es justo
después de que acabe de terminar una tormenta.
Esto se debe a que durante la tormenta en sí, las nubes
tienden a bloquear la luz del sol (aunque si el sol puede atravesar
el lugar correcto, esta limitación desaparece), y poco después de
que termine dicha tormenta, las gotas de agua que no han caído a la
tierra en forma de lluvia
se evaporan rápidamente.
Debido
a que necesitamos que la luz solar reflejada venga directamente hacia
nosotros, el Sol debería encontrarse más o menos detrás de
nosotros para contemplar el arco iris. Esto significa que deberías
poder ver la sombra de tu propia cabeza, y debería aparecer en el
mismo lugar general que cualquier arco iris.
Uno
de los hechos más fascinantes sobre el arco iris es que es
imposible que dos personas vean exactamente el mismo arco iris.
Puedes pensar que estás viendo lo mismo; incluso podrías
describírselo a la persona que esté a tu lado y notarás que se
parece a lo que has descrito pero realmente no estás viendo lo
mismo. ¿Por
qué motivo? Cuando
estás mirando un arco iris, estás mirando la luz que se refleja en
las gotas de lluvia que se encuentran sobre el horizonte. Pero
el horizonte siempre es diferente,
aunque a veces solo un poco distinto del de los demás, y viceversa.
Y es que tus ojos y los de otra persona no pueden estar en el mismo
lugar en el espacio simultáneamente, por lo que nunca podréis
contemplar el mismo arco iris.
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