La
tradición carnavalesca es una de las más disfrutadas en Cádiz.
Pero poca gente recuerda que sus festejos estuvieron prohibidos
durante la Guerra Civil.
Las
primeras referencias a los carnavales de Cádiz que se conocen
proceden del siglo XVI. De hecho, se sabe que a finales de ese siglo,
estos festejos gozaban ya de gran arraigo entre los gaditanos. A
partir de entonces, la
tradición carnavalesca es una de las más disfrutadas y conocidas.
Estas fiestas se celebraron incluso durante la invasión francesa.
Sin embargo, hubo una época durante la cual se suspendió la
celebración: el 5 de febrero de 1937, en plena Guerra
Civil,
se publicó en el Boletín Oficial del Estado la prohibición del
carnaval.
Espíritu
festivo
En
efecto, el Carnaval
de Cádiz se prohibió mientras se libraba la batalla
del Ebro,
y no fue hasta 1947 cuando se recuperó la tradición, hecho este que
se produjo a raíz, paradójicamente, de una desgracia: la explosión
del depósito de minas de San Severiano, que provocó unas 200
víctimas en la ciudad. El gobernador civil, Carlos María Rodríguez
de Valcárcel, decidió entonces que había que levantar los ánimos
y que para eso lo mejor era recuperar el espíritu festivo del
Carnaval.
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