Coinciden
todas las supersticiones y leyendas al recomendar una de las formas
más comunes de protegerse contra los vampiros: colocarse una ristra
de ajos alrededor del cuello; debido a la extrema sensibilidad de su
olfato, este alimento resultaría fatal para el monstruo.
Coinciden
todas las supersticiones y leyendas al recomendar una de las formas
más comunes de protegerse contra los vampiros: colocarse una ristra
de ajos alrededor del cuello; debido a la extrema sensibilidad de su
olfato, este alimento resultaría fatal para el monstruo. También se
puede mezclar el alimento con agua y esparcirlo por el suelo que ha
de pisar el vampiro.
Naturalmente, estos seres proceden del mundo de la ficción, pero hay una enfermedad, la porfiria, cuyos síntomas coinciden con los atribuídos al conde Drácula, ya que impide a quien la padece exponerse al sol por el riesgo de sufrir graves lesiones en la piel. Comer u oler ajo podría agravar la severidad de un ataque de porfiria.
Naturalmente, estos seres proceden del mundo de la ficción, pero hay una enfermedad, la porfiria, cuyos síntomas coinciden con los atribuídos al conde Drácula, ya que impide a quien la padece exponerse al sol por el riesgo de sufrir graves lesiones en la piel. Comer u oler ajo podría agravar la severidad de un ataque de porfiria.
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