Las
experiencias extracorporales representan la impresión de estar
flotando proyectado fuera del cuerpo.
Los
informes de experiencias fuera del cuerpo varían enormemente. Desde
una fugaz sensación de que el cuerpo y la mente
están
libres, a una sensación de flotar lejos del cuerpo físico. Las
experiencias extracorpóreas han fascinado a la humanidad desde hace
siglos, moviéndose
entre la creencia espiritual y la mitología.
Afortunadamente
desde hace unos años, la ciencia ha prestado una atención más
seria a este campo. Exploramos lo que conoce la ciencia hasta el
momento.
¿Cuándo
ocurren estas experiencias extracorporales?
La
ciencia las ha dividido en dos categorías: experiencias
espontáneas e inducidas. Las
primeras aparecen justo antes de quedarnos dormidos dormidos
o
justo antes de despertarnos, esto es, asociadas al sueño. Es más
probable que ocurran cuando el sueño no es muy profundo. También ha
habido casos de experiencias extracorporales espontáneas tras o
durante un esfuerzo físico extremo, así como en momentos cercanos a
la muerte o en la práctica de la meditación.
Desde
un punto de vista científico, las experiencias extracorporales
inducidas ofrecen una visión más clara en la base física.
Estas pueden ser provocadas por drogas
(alucinógenas
y disociativas como el LSD o la ketamina); privación sensorial
(información sensorial demasiado escasa como en un tanque de
flotación o todo lo contrario, un exceso de información sensorial;
fuerza G excesiva (pilotos y astronautas suelen experimentarlas,
puesto que al exponer el cuerpo a fuerza G extrema, la sangre puede
drenarse parcialmente de ciertas partes del cerebro, lo que puede
inducir a una experiencia extracorpórea).
En
este caso, las experiencias extracorporales se producen como parte de
un fenómeno llamado "pérdida
de conciencia inducida por la gravedad".
No
sólo la fuerza G extrema puede generar estas experiencias en los
pilotos. También
durante vuelos estándar, los pilotos pueden soportar experiencias
sensoriales extrañas, que se denominan 'desorientación espacial'.
La desorientación espacial es considerada uno de los factores más
comunes que contribuyen a los accidentes de aviación.
Según
las encuentas, alrededor del 10% de la población
ha
experimentado alguna vez una experiencia extracorpórea.
¿Mucha
imaginación?
Verificación
de la percepción
Quizás
el aspecto más controvertido de las experiencias extracorpóreas es
la percepción verídica, en
la que el espectador siente que es capaz de flotar literalmente fuera
de su cuerpo y presenciar algo o ver a alguien que no podría haber
visto de otra manera. Como el caso de una paciente de cirugía
cerebral que se sometió a una operación increíblemente invasiva
para eliminar un tumor, Pam Reynolds. Tras la cirugía, fue capaz de
describir los aspectos del procedimiento quirúrgico durante un
momento en que estaba clínicamente muerta. Reynolds afirmó haber
visto la escena durante una experiencia extracorporal.
Aunque
el escepticismo abunda, los defensores de la vida después de la
muerte
han
utilizado repetidamente esta historia como "evidencia" de
la capacidad de flotar más allá del cuerpo. Por ahora, no son más
que historias inverificables.
Estudios
científicos
El
estudio
AWARE de 2014
fue
la primera investigación científica seria a gran escala para
examinar las experiencias cercanas a la muerte y abordó la
posibilidad de la percepción verídica durante una experiencia
extracorpórea.
La
investigación contó con múltiples hospitales y se realizaron
cientos de entrevistas con supervivientes de paro
cardiaco.
Aunque solo hubo dos experiencias extracorporales verídicas durante
el estudio, ninguna de ellas pudo relacionarse con precisión. La
siguiente fase del estudio será AWARE II. Esta
segunda fase se trata de un estudio observacional de dos años con
900-1500 pacientes. "El estudio abrirá la puerta a una
investigación más amplia sobre lo que sucede cuando morimos",
escribe Jerry Nolan, Editor en jefe de
Resuscitation
Journal.
El
papel del cerebro
La
unión temporoparietal es el área del cerebro
que
se activa cuando emitimos un juicio de valor moral sobre el
comportamiento de otras personas, por ejemplo. Asimismo
este
pequeño rincón del cerebro
actúa como un excelente núcleo de información entre diversas
regiones de nuestro cerebro,
pues integra
la información del entorno externo, así como de dentro del cuerpo,
de ahí que pueda ser un elemento clave en las experiencias
extracorporales.
Nuestras
personalidades, emociones, recuerdos y deseos son poco más que picos
y valles en los niveles de energía y oleadas de sustancias
químicas de
nuestro organismo, esto lo sabemos, pero nuestro
cerebro normalmente no nos permite sentirlo.
¿Podría
entonces nuestro cerebro fabricar una experiencia extracorporal?
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