De Roma a Cuba, pasando por Antequera y París: estos cuatro topónimos están asociados a dichos populares cuyo significado alude a anécdotas históricas.
1.
"Roma no paga traidores".
La frase –en latín, "Roma
traditoribus non praemiat"–,
que hoy día se usa como advertencia a quien pueda albergar
intenciones de cometer una traición de que no va a obtener
recompensa por ello, proviene de una tradición popular de origen
incierto. Según ésta, la pronunció el procónsul Quinto Servilio
Cepión en el año 139 a.C. cuando tres hispanos –Audax, Ditalcos y
Minuros– intentaron cobrar la recompensa que el romano
les había prometido si asesinaban a su jefe, el caudillo lusitano
Viriato. Sin embargo, no aparece en las fuentes clásicas, aunque el
hecho histórico sí fue narrado por algunos cronistas romanos, como
Diodoro, Orosio y Apiano. Lo más cercano a dicha frase es un pasaje
de la crónica de este último, que asegura que el procónsul "pagó
a los traidores hispanos, pero se negó a satisfacer sus restantes
exigencias".
2.
"Salga el Sol por Antequera...".
Este dicho se utiliza para expresar incertidumbre ante el resultado
de una acción, pero determinación para llevarla a cabo a pesar de
ello. Existen varias hipótesis sobre su origen. Hay quien lo sitúa
en la Guerra de Granada (1482-1492). Según José María Iribarren
proviene de la frase "Salga el Sol por Antequera y póngase por
donde quiera", exclamada en el campamento de los Reyes
Católicos.
Dado que Antequera (Málaga) se halla a poniente de Granada, la frase
habría tenido un sentido irónico. Por su parte, el Diccionario
del español actual,
de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos, atribuye su origen a
una leyenda según la cual a Fernando I de Aragón (1380-1416), que
conquistó Antequera pero que antes se hallaba indeciso sobre si
atacarla o no, se le apareció una joven que le dijo: “Salga el Sol
por Antequera y que sea lo que Dios quiera”.
3.
"París bien vale una misa".
Esta frase –en francés, "Paris
vaut bien une messe"–,
probablemente apócrifa, se atribuye a Enrique de Borbón o de
Navarra, el pretendiente hugonote (protestante) al trono de Francia
que eligió convertirse al catolicismo con el fin de poder reinar (su
ordinal como rey de Francia es Enrique IV).
Desde entonces, se usa en el sentido de que es conveniente establecer
prioridades con fines prácticos: si es útil renunciar a algo,
aunque sea muy valioso, para obtener lo que realmente se desea, ha de
hacerse así. El contexto de esta cínica afirmación son las Guerras
de Religión que asolaron Francia en el siglo XVI, cuyo hito más
famoso fue la matanza
de San Bartolomé (24
de agosto de 1572) tras la cual Enrique abjuró de su fe y,
supuestamente, dijo la frase de marras.
4.
"Más se perdió en Cuba...".
Es un dicho que se usa para minimizar la gravedad de un problema o
contratiempo. Nació, como no podía ser de otra manera, en 1898,
después de la guerra
entre Estados Unidos y España
por el dominio de la isla caribeña, y su forma original era "Más
se perdió en Cuba y vinieron cantando", o también "Más
se perdió en Cuba y volvieron silbando". En aquel conflicto,
Estados Unidos destruyó toda la flota española en el Caribe y en
Manila; la contienda terminó con la derrota sin paliativos de
España, que debió ceder al vencedor los territorios de Cuba, Puerto
Rico y Filipinas, entre otros. Y, según una leyenda popular, los
pocos supervivientes españoles del desastre regresaron a su patria
cantando, contentos por haberse salvado. Ese fue el origen de la
frase.
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