El 14 de septiembre de 1769, nacía el geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador alemán. Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander Freiherr von Humboldt (Berlín, Alemania, 14 de septiembre de 1769- 6 de mayo de 1859).
Es considerado como el padre de la Geografía moderna.
Recibió una excelente educación en el castillo de Tegel y se formó intelectualmente en Berlín, Frankfurt del Oder y en la Universidad de Gotinga. Apasionado por la botánica, la geología y la mineralogía, tras estudiar en la Escuela de Minas de Freiberg y trabajar en un departamento minero del gobierno prusiano, en 1799 recibió permiso para embarcarse rumbo a las colonias españolas de América del Sur y Centroamérica. En el cargo de director de Minas del Principado de Bayreuth (1792-1797) realizó investigaciones en muchos campos, entre ellos la botánica y la geología. También continuó los estudios de Galvani sobre la electricidad muscular y nerviosa e hizo mucho por perfeccionar las técnicas mineras y las condiciones de trabajo en las minas.
Hizo un pequeño viaje a Italia y de allí pasó a París, ciudad que no conocía; le acompañó Leopoldo de Buch. En la capital francesa adquirió un conjunto de instrumentos que le servirían para sus investigaciones en el viaje que preparaba, dejó sin efecto una expedición que se proponía realizar en 1798 a Egipto y aplazó definitivamente, su participación en la expedición de Baudin y Halemedin a Australia, que había sido auspiciada por el gobierno del Directorio francés..
Al fracasar estos proyectos decidió partir a explorar América del Sur y Centroamérica (1799). Acompañado por el botánico francés Aimé Bonpland, con quien ya había realizado un viaje a España, recorrió casi diez mil kilómetros en tres grandes etapas continentales. Las dos primeras en Sudamérica, desde Caracas hasta las fuentes del Orinoco y desde Bogotá a Quito por la región andina, y la tercera por las colonias españolas en México. Logró recopilar gran cantidad de datos sobre el clima, los recursos naturales, la orografía, la flora y la fauna de la región. En la Nueva España, se levantó, bajo su dirección, el primer censo nacional.
Humboldt y su compañero de aventuras, el botánico Aimé Bonpland, partieron de España desde el puerto de A Coruña, el 5 de junio de 1799, a bordo de la corbeta de guerra Pizarro evadiendo barcos de guerra británicos que bloqueban la costa. Regresaron a Europa vía el puerto francés de Burdeos cinco años después, el 3 de agosto de 1804
Como resultado de su esfuerzo, logró acopiar cantidades ingentes de datos sobre el clima, la flora y la fauna de la zona, así como determinar longitudes y latitudes, medidas del campo magnético terrestre y unas completas estadísticas de las condiciones sociales y económicas que se daban en las colonias mexicanas de España.
De entre los hallazgos científicos derivados de sus expediciones cabe citar el estudio de la corriente oceánica de la costa oeste de Sudamérica que durante mucho tiempo llevó su nombre, un novedoso sistema de representación climatológica en forma de isobaras e isotermas, los estudios comparativos entre condiciones climáticas y ecológicas y, sobre todo, sus conclusiones sobre el vulcanismo y su relación con la evolución de la corteza terrestre.
Investigó los volcanes americanos y registró sus erupciones; midió el descenso en la intensidad magnética, según iba de los polos hacia el Ecuador, así como el índice de la caída de temperatura con la altitud. Observó una lluvia de meteoritos, y su informe hizo mayor el interés por este fenómeno. Escribió acerca de las antigüedades indias e introdujo en Europa los poderes fertilizantes del guano peruano. Fue el primero que se percató de la factibilidad del Canal de Panamá, algo que no se haría realidad hasta después de transcurrido un siglo. En Ecuador, escaló el volcán Chimborazo de 6310 metros de altura, récord que sólo fue mejorado una generación después.
Después de cinco años logró lo que ninguna exploración había conseguido reunir jamás en la historia de la ciencia natural: más de 60.000 plantas y colecciones de miles de muestras geológicas, zoológicas, arqueológicas y etnográficas, además de numerosos cuadernos con descripciones, apuntes biológicos y sociológicos, dibujos, croquis, estadísticas y centenares de registros astronómicos, barométricos, magnéticos, así como la corrección de la altitud y longitud de numerosos puntos geográficos.
Entre 1804 y 1827 se estableció en París, donde se dedicó a la recopilación, ordenación y publicación del material recogido en su expedición, contenido todo él en treinta volúmenes que llevan por título Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente. Para ordenar la información acumulada logró la colaboración de Cuvier y Gay-Lussac. Bonpland fue el encargado de recolectar las plantas, la mayoría de ellas desconocidas por la ciencia de la época, y colaborar con Humboldt en la redacción posterior de varios trabajos.
Los textos suramericanos de Humboldt comprenden treinta volúmenes Están compuestos de libros científicos, atlas, tratados de geografía y economía de Cuba y México, una narrativa de sus viajes y un examen crítico de la historia de la geografía del Nuevo Continente. Humboldt escribe sus textos científicos en colaboración con otros científicos. Dedicó el volumen consagrado a geología a su amigo Goethe. En su “Cosmos”, cuyo objetivo era comunicar la excitación intelectual y la necesidad práctica de la investigación científica, describe en cinco volúmenes todos los conocimientos de la época sobre los fenómenos terrestres y celestes.
Se atribuye a Humboldt la invención de nuevas expresiones, como isodinámicas, isotermas, isoclinas, Jurásico y tempestad magnética. Desarrolló las bases de la geografía física, la geofísica y la sismología. Demostró que no puede haber conocimiento científico sin experimentación verificable.
El 14 de septiembre de 1769, nacía el geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador alemán. Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander Freiherr von Humboldt (Berlín, Alemania, 14 de septiembre de 1769- 6 de mayo de 1859).
Es considerado como el padre de la Geografía moderna.
Recibió una excelente educación en el castillo de Tegel y se formó intelectualmente en Berlín, Frankfurt del Oder y en la Universidad de Gotinga. Apasionado por la botánica, la geología y la mineralogía, tras estudiar en la Escuela de Minas de Freiberg y trabajar en un departamento minero del gobierno prusiano, en 1799 recibió permiso para embarcarse rumbo a las colonias españolas de América del Sur y Centroamérica. En el cargo de director de Minas del Principado de Bayreuth (1792-1797) realizó investigaciones en muchos campos, entre ellos la botánica y la geología. También continuó los estudios de Galvani sobre la electricidad muscular y nerviosa e hizo mucho por perfeccionar las técnicas mineras y las condiciones de trabajo en las minas.
Hizo un pequeño viaje a Italia y de allí pasó a París, ciudad que no conocía; le acompañó Leopoldo de Buch. En la capital francesa adquirió un conjunto de instrumentos que le servirían para sus investigaciones en el viaje que preparaba, dejó sin efecto una expedición que se proponía realizar en 1798 a Egipto y aplazó definitivamente, su participación en la expedición de Baudin y Halemedin a Australia, que había sido auspiciada por el gobierno del Directorio francés..
Al fracasar estos proyectos decidió partir a explorar América del Sur y Centroamérica (1799). Acompañado por el botánico francés Aimé Bonpland, con quien ya había realizado un viaje a España, recorrió casi diez mil kilómetros en tres grandes etapas continentales. Las dos primeras en Sudamérica, desde Caracas hasta las fuentes del Orinoco y desde Bogotá a Quito por la región andina, y la tercera por las colonias españolas en México. Logró recopilar gran cantidad de datos sobre el clima, los recursos naturales, la orografía, la flora y la fauna de la región. En la Nueva España, se levantó, bajo su dirección, el primer censo nacional.
Humboldt y su compañero de aventuras, el botánico Aimé Bonpland, partieron de España desde el puerto de A Coruña, el 5 de junio de 1799, a bordo de la corbeta de guerra Pizarro evadiendo barcos de guerra británicos que bloqueban la costa. Regresaron a Europa vía el puerto francés de Burdeos cinco años después, el 3 de agosto de 1804
Como resultado de su esfuerzo, logró acopiar cantidades ingentes de datos sobre el clima, la flora y la fauna de la zona, así como determinar longitudes y latitudes, medidas del campo magnético terrestre y unas completas estadísticas de las condiciones sociales y económicas que se daban en las colonias mexicanas de España.
De entre los hallazgos científicos derivados de sus expediciones cabe citar el estudio de la corriente oceánica de la costa oeste de Sudamérica que durante mucho tiempo llevó su nombre, un novedoso sistema de representación climatológica en forma de isobaras e isotermas, los estudios comparativos entre condiciones climáticas y ecológicas y, sobre todo, sus conclusiones sobre el vulcanismo y su relación con la evolución de la corteza terrestre.
Investigó los volcanes americanos y registró sus erupciones; midió el descenso en la intensidad magnética, según iba de los polos hacia el Ecuador, así como el índice de la caída de temperatura con la altitud. Observó una lluvia de meteoritos, y su informe hizo mayor el interés por este fenómeno. Escribió acerca de las antigüedades indias e introdujo en Europa los poderes fertilizantes del guano peruano. Fue el primero que se percató de la factibilidad del Canal de Panamá, algo que no se haría realidad hasta después de transcurrido un siglo. En Ecuador, escaló el volcán Chimborazo de 6310 metros de altura, récord que sólo fue mejorado una generación después.
Después de cinco años logró lo que ninguna exploración había conseguido reunir jamás en la historia de la ciencia natural: más de 60.000 plantas y colecciones de miles de muestras geológicas, zoológicas, arqueológicas y etnográficas, además de numerosos cuadernos con descripciones, apuntes biológicos y sociológicos, dibujos, croquis, estadísticas y centenares de registros astronómicos, barométricos, magnéticos, así como la corrección de la altitud y longitud de numerosos puntos geográficos.
Entre 1804 y 1827 se estableció en París, donde se dedicó a la recopilación, ordenación y publicación del material recogido en su expedición, contenido todo él en treinta volúmenes que llevan por título Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente. Para ordenar la información acumulada logró la colaboración de Cuvier y Gay-Lussac. Bonpland fue el encargado de recolectar las plantas, la mayoría de ellas desconocidas por la ciencia de la época, y colaborar con Humboldt en la redacción posterior de varios trabajos.
Los textos suramericanos de Humboldt comprenden treinta volúmenes Están compuestos de libros científicos, atlas, tratados de geografía y economía de Cuba y México, una narrativa de sus viajes y un examen crítico de la historia de la geografía del Nuevo Continente. Humboldt escribe sus textos científicos en colaboración con otros científicos. Dedicó el volumen consagrado a geología a su amigo Goethe. En su “Cosmos”, cuyo objetivo era comunicar la excitación intelectual y la necesidad práctica de la investigación científica, describe en cinco volúmenes todos los conocimientos de la época sobre los fenómenos terrestres y celestes.
Se atribuye a Humboldt la invención de nuevas expresiones, como isodinámicas, isotermas, isoclinas, Jurásico y tempestad magnética. Desarrolló las bases de la geografía física, la geofísica y la sismología. Demostró que no puede haber conocimiento científico sin experimentación verificable.
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