Humorista,
actor y dibujante de historietas español, autor de cientos de
monólogos quien pese a salvarse como una broma del destino de su
fusilamiento (sus verdugos abusaron en exceso del alcohol) y pasar
por otras penalidades, consiguió
convertirse en uno de los mejores humoristas de España.
Soldado
republicano en su juventud, exiliado latinoamericano años después y
referencia histórica de las barbaridades y sufrimientos de la Guerra
Civil española, Gila, genial humorista español, relataba la pérdida
de su identidad política en sus memorias. "Creo -es decir,
estoy seguro- que mi identidad política terminó en diciembre del
año 1938, en el frente de Extremadura, cuando, unos instantes antes
de caer prisionero en manos de los moros de la 13ª División del
general Yagüe, tuve que romper mi carné de las Juventudes
Socialistas; pero la ideología
que mamé en mi niñez, en mi casa de ente humilde y en las fábricas
o talleres donde trabajé, sigue latente en mí".
La
política y la guerra civil española fueron así una constante en su
humor surrealista con el que se reía y denunciaba de paso,
abiertamente, la cerrazón y el sinsentido de éstas. Gila salvó la
vida al hacerse el muerto cuando fue fusilado por un pelotón
borracho, que no acertó con sus balas, y fue ese episodio el que le
dio pie a que luego se mofara de la guerra en su brillante carrera
artística con sus famosos monólogos telefónicos en los que solía
preguntar: "Oiga, ¿es la guerra?".
Gila,
que se autoexilió de España en 1968 para regresar tras la muerte de
Franco, comenzó su carrera artística como dibujante de "La
Codorniz", y desde entonces dedicó por entero su vida a hacer
reír, como cuando interrogaba desde su teléfono sin hilos: "¿Está
el enemigo?...Que se ponga".
Nacido
en el madrileño barrio de Chamberí el 12 de marzo de 1919, era
huérfano de padre, que murió en un accidente en Barcelona dos meses
antes de nacer él.
Estudió
en el colegio religioso "Raimundo Lulio", pero las
dificultades económicas familiares le obligaron a abandonar los
estudios a los trece años.
Su
primer trabajo fue como pintor de coches. Luego estudió hasta
segundo curso de aprendiz de mecánico de aviación y trabajó en los
talleres Elizalde, de Barcelona, donde se montaban aviones.
Tenía
17 años cuando comenzó la Guerra Civil. Militante de las Juventudes
Socialistas, intervino en la contienda desde julio de 1936. Estuvo en
Sigüenza, Somosierra, en los frentes de Madrid, Guadalajara y Ebro,
y, finalmente, en Extremadura.
Un
pelotón borracho
Fue
en Valsequilla (Córdoba) donde logró salvarse del pelotón de
fusilamiento dado que éste se produjo al anochecer de un día
lluvioso y los integrantes del piquete estaban borrachos, por lo que
no le acertaron los disparos. Poco después, en diciembre de 1938,
fue hecho prisionero e internado hasta mayo de 1939 en un campo de
prisioneros y pasó por los penales de Yeserías, Carabanchel y
Torrijos.
Se
inició en el periodismo en el diario "Imperio" de Zamora y
en Radio Zamora, donde retransmitía partidos de fútbol.
Descubrió
sus facultades humorísticas en 1942 estando en Torrijos, cuando
publicó sus dos primeras historietas en la revista "Flechas y
Pelayos". Ese mismo año inició sus colaboraciones en "La
Codorniz" que duraron hasta 1951, primero bajo el seudónimo de
"XIII" y más tarde como "Gila".
El
8 de octubre de 1951 se convirtió en humorista hablado al leer en el
teatro Fontalba de Madrid un monólogo creado en un principio para
Antonio Casal y que al final tuvo que leer él, por encontrarlo el
actor fuera de su línea habitual. Gracias a ello fue contratado por
Angel de Andrés.
Al
poco tiempo debutó en escenarios de cabaret, con monólogos de tipo
surrealista, contando extrañas historias de guerra.
Su
humor se popularizó rápidamente en radio, trabajando en Radio
Madrid, y en televisión, contribuyendo a ello la representación que
hacía del tipo "ibérico", con el traje negro, camisa
roja, la boina y pegado constantemente al teléfono. Por un
comentario en Radio Madrid, en 1956, sobre una noticia según la cual
en España no había presos políticos fue suspendido para trabajar
durante seis meses y multado con cien mil pesetas.
Gracias
a la caricatura y a la exageración, a un teléfono y unos monólogos
sencillos y divertidos, Gila exploraba la realidad de la sociedad de
su tiempo con la Guerra Civil española como escenario común.
Entre
los reconocimientos que recibió quien tuvo que abandonar los
estudios a los 13 años de edad, se encuentran un Premio Ondas en
1993 y el Premio Internacional de Humor Gat Perich en 1999.
Os
dejamos con sus frases más famosas:
*
“El humor es el espejo donde se refleja lo estúpido del ser
humano”.
*
“Si la mente funciona bien no hay viejos”.
*
“Yo tenía que nacer en invierno, pero como éramos pobres y no
teníamos calefacción, me esperé a nacer en mayo”.
*
“Mis guerras son absurdas porque lo es la guerra en sí”.
*
“Cuando un hombre se muestra indiferente hacia una mujer supone un
desafío para ella”.
*
“Los mayores tienen un futuro, que es su pasado”.
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“La vida toda es un chiste. Nacer, morir.....¡Menuda broma!”.
*
“El humor es la maldad de los hombres dicha con ingenuidad de
niño”.
*
“¿Está el enemigo? Que se ponga”.
*
“No es por chulearme yo, pero ¡cómo mato! Un día en un combate
le pegué un tiro a uno y dijo, 'que me has dao', 'pues no seas mi
enemigo”. 'Ay, es que me has hecho un agujero'. 'Pues ponte un
corcho'”.
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