Los
especialistas de cine han tratado de simular el color rojo sangre de
la manera más fiel posible, con resultados más o menos logrados.
¿Cuál es la receta secreta?
El
característico color rojo de la sangre se debe a una
proteína que transporta oxígeno,
llamada hemoglobina. Esta proteína se encuentra en el interior de
unas células, llamadas hematíes.
El
hierro se une con el oxígeno para trasportarlo por el cuerpo. Este
vínculo cambia la longitud de onda de la luz. Cuanto mayor oxígeno,
más brillante es la sangre.
Los
especialistas de cine han tratado de simular esta coloración de la
manera más fiel posible,
con resultados más o menos logrados. La primera sangre falsa se
realizó en el Teatro Grand Guignol de París. Su receta secreta: una
solución a partes iguales de carmín, segregado por el insecto
cochinilla, y glicerina, una sustancia viscosa. Décadas después,
pasó a utilizarse sirope de maíz con colorante. El maestro del
maquillaje cinematográfico, Dick Smith, creador de la niña de El
Exorcista
y diseñador del look de Vito Corleone en El
Padrino.
Desarrolló una receta que revolucionó el cine de terror: añadió
metilparabenos, un ingrediente utilizado en la cosmética que
preserva las propiedades de la sangre por más tiempo, y un agente
humectante fotográfico, que hizo que la sangre fluyera de manera más
uniforme.
¡El
arte de hacer pasar terror!
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