Las
raíces del jazz residen en una mezcla de influencias africanas,
europeas y caribeñas, que convergen en Nueva Orleans cuando el blues
de los trabajadores de las plantaciones se juntó con los ritmos
latinos y los instrumentos musicales europeos.
Hacia
1880 las bandas de música ragtime de Nueva Orleans realizaban giras
por todo el sur. El primer músico de jazz probablemente fuera el
cornetista Buddy Bolden. Hacia finales del siglo XIX, Bolden mezcló
el ragtime con la música gospel y el blues y le añadió dos
ingredientes: improvisación y un ritmo sincopado, lo que se
conocería como swing. Dividiría una banda de marcha tradicional en
dos, la línea frontal de clarinetes, trombones y trompetas, y una
segunda línea de percusión e instrumentos de cuerda. El volumen y
la extravagancia con la que tocaban eran legendarios, y lo seguirán
siendo, porque no existe ninguna grabación.
Aunque
el jazz no lo inventó el barrio rojo de Nueva Orleans, Storyville,
éste albergó la siguiente etapa de su desarrollo. La nueva música
será conocida como "jass", un término coloquial que
describía tanto el sexo como el baile, y constituía la banda sonora
ideal para las actividades de Storyville: era espontánea, hedonista,
contenía mezcla de razas, y como sugería la letra del tema Funky
Butt, cándidamente sensual. Incluso los burdeles más modestos
contrataban a un pianista, y los más opulentos tenían su propia
orquesta.
Como
con Storyville, los moralistas de la ciudad pusieron el grito en el
cielo con el jazz. Lo consideraban un síntoma de la decadencia moral
de Nueva Orleans, pero no podían hacer nada para frenar su
crecimiento. Bolden, alcohólico, fue ingresado en el asilo lunático
en 1907, pero otros músicos recogieron el testigo. En 1917 la
Original Dixieland Jass Band sacó el primer disco de jazz de la
historia, Livery
Stable Blues.
En la década de 1920, el jazz fue convirtiéndose poco a poco en la
música de toda una nación.
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