La
novela más famosa del escritor y aviador francés Antoine de
Saint-Exupéry:
A
pesar de que la obra fue publicada el 6
de abril de 1943 tanto
en inglés como en francés, por una editorial estadounidense llamada
Reynal & Hitchcock, lo curioso es que la editorial francesa
Éditions Gallimard no
pudo imprimir la obra hasta 1946,
por motivos que poco tenían que ver con la literatura: a causa de la Segunda Guerra Mundial.
Es
el libro
en
francés más traducido (+250 idiomas y dialectos, incluido el
braille) y también el más leído. Ha vendido más de 140 millones
de copias en todo el planeta. Se considera uno de los mejores libros
del S.XX en su país de origen, Francia. Existen más de 200 portadas
distintas del libro. El manuscrito original se encuentra en la
Biblioteca Pierpont Morgan de Nueva York.
3) ¿Un libro infantil?
La forma en la que Saint-Exupéry escribió esta gran obra (y libro de culto) lo encuadraron como literatura infantil; sin embargo, el libro está plagado de temas con gran transcendencia como la pérdida, el sentido de la vida, la amistad, el amor o la soledad; un auténtico escrito sobre la naturaleza del ser humano.
3) ¿Un libro infantil?
La forma en la que Saint-Exupéry escribió esta gran obra (y libro de culto) lo encuadraron como literatura infantil; sin embargo, el libro está plagado de temas con gran transcendencia como la pérdida, el sentido de la vida, la amistad, el amor o la soledad; un auténtico escrito sobre la naturaleza del ser humano.
El Principito fue
escrito durante la estancia de 27 meses de Saint-Exupéry en Estados
Unidos y
es que, tras la Batalla de Francia en 1940, el escritor pasó una
buena temporada al “otro lado del charco”. En estos meses redactó
en su casa de Nueva York en Park Avenue, más de la mitad de los
textos que formarían parte del manuscrito más destacado de este
-también- avezado piloto militar.
Los
personajes, ante todo, son un claro ejemplo de ello. Así, el
Piloto,
representaría al propio escritor; la
Rosa,
su objeto más preciado, sería sin duda su esposa Consuelo; el
Zorro,
quien acompaña en su periplo al Principito, está inspirado en un
zorro del desierto; el
Principito,
podría representar un Saint-Exupéry más joven o quizá el hijo del
aviador Charles Lindbergh, quien vivía cerca del escritor; los
Baobabs,
esos árboles que destrozan planetas únicamente con sus raíces, son
una claro dibujo del nazismo
y
de su intento por dominar todo el planeta bajo esta ideología.
Existen
varios asteroides
que
hacen mención ya sea al propio autor o a su inmortal obra. Para
empezar, en 1975, un asteroide fue bautizado como 2578
Saint-Exupéry,
en honor al escritor. Más tarde, en 1993, el descubrimiento de un
nuevo asteroide acabó con el nombre de 46610
Bésixdouze,
para honrar el asteroide B-612, lugar donde residía el Principito.
De hecho, hay una fundación con este mismo nombre, encargada de
rastrear asteroides potencialmente peligrosos. Por último, en 2003,
la luna de un asteroide, en este caso, fue bautizada como
Petit-Prince.
Otra
curiosidad está asociada al mundo filatélico. Antes de que Francia
adoptara la moneda Euro,
el gobierno decidió lanzar una
moneda conmemorativa y billetes de 50 francos en
los que aparecían tanto el rostro de Saint-Exupéry como la la
imagen del Principito mirando hacia las estrellas.
7)
Sobre los dibujos
Todas
y cada una de las ilustraciones
del
libro fueron realizadas por el propio Saint-Exupéry. Como
curiosidad, el
escritor inició los estudios de Arquitectura en la Escuela de Bellas
Artes de Francia,
pero jamás terminó la carrera ya que no se consideraba bueno en
esta materia.
9)
Inmortal
Desde
su publicación, esta famosa novela
corta
ha tenido multitud de adaptaciones a lo largo del tiempo, entre las
que se incluyen obras
de teatro, películas, óperas, ballets, una serie animada o un
anime.
La
fama de El
principito
en
Francia es tal que en 2014 fue inaugurado en Ungersheim (Alsacia) un
nuevo parque temático consagrado a la fábula de este viajero
procedente del lejano Asteroide B-612. El
Parque de El Principito ocupa 24 hectáreas de terreno cerca de la
frontera franco-alemana y
cuenta con tirolinas o dos inmensos globos aerostáticos estilo
Montgolfier, que representan dos de los planetas visitados por el
protagonista de la historia: el del rey y el del farolero.
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