La afición del escritor Vladimir Nabokov (1899-1977) por cazar, dibujar y catalogar mariposas le llevó a recorrer gran parte del mundo con sus pantalones cortos, su gorra a cuadros y un gigantesco cazamariposas: así aparece en algunas de sus más conocidas fotografías. Se cuenta que cuando su padre fue detenido por sus actividades políticas, el pequeño Vladimir, con ocho años, le llevó a la cárcel uno de estos lepidópteros como regalo.
El autor de Lolita llegó a trabajar para el Museo de Zoología Comparativa de la Universidad de Harvard. De hecho, fue el primero en clasificar lasmariposas azules de América, y dio nombre a una veintena de especies; entre ellas, la Cyllopsis pertepida dorothea, que llamó así en honor a Dorothy Leuthold, joven a la que daba clases de ruso. En sus memorias relata cómo, en una ocasión, creyó haber cazado un espécimen desconocido, cuya descripción envió a la publicación The Entomologist. Pero tras hacer las comprobaciones, resultó que ya había sido descubierto años antes por un tal Kretschmar. Como venganza, Nabokov bautizó así a un personaje de vida poco afortunada en una de sus ficciones.
Al final de su existencia, el novelista recibió el reconocimiento de los entomólogos. Incluso hay un par de especies que llevan su apellido: el doguillo de Nabokov, Eupithecia nabokovi; y la Nabokovia cuzquenha, una polilla de color marrón oscuro que dibujaba, a menudo, en sus dedicatorias.
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