Más
conocido por sus siglas anglosajonas SAD
('triste'
en inglés), el trastorno
afectivo estacional
o depresión invernal hace referencia a los cambios
de humor graves que experimentan algunas personas durante el otoño y
el invierno,
cuando hay menos exposición a la luz solar. Entre los síntomas más
habituales se incluyen tristeza y ansiedad, pesimismo, sentimientos
de culpa o impotencia, irritabilidad y desasosiego, pérdida de
interés en actividades que antes solía disfrutar, aislamiento
social, cansancio y disminución de energía, dificultad para
concentrarse y recordar detalles, cambios de peso, insomnio
en unos casos y exceso de somnolencia en otros, y pensamientos
suicidas.
El
trastorno afectivo emocional se ha asociado con la melatonina,
una hormona relacionada con el sueño que se produce en mayor
proporción cuando los días son más cortos y más oscuros. Algunos
estudios sugieren que cuanto más lejos vive una persona del ecuador,
más posibilidades tiene de desarrollar este trastorno.
La
mitad de los afectados responde positivamente a los tratamientos con
terapia con luz (fototerapia).
Un
nuevo estudio utilizó un modelo de trastorno afectivo estacional
para descubrir por qué algunas personas no desarrollan depresión a
pesar de estar genéticamente predispuestas a ello. Los hallazgos
también arrojan luz sobre posibles nuevos tratamientos para la
depresión estacional.
Los
síntomas del trastorno afectivo estacional o depresión
estacional/invernal son tan similares a los de la depresión que a
veces puede ser difícil distinguir entre ambos.
Suele
afectar a las mujeres. De hecho, 4 de cada 5 personas con la afección
son mujeres, y las razones de esta predisposición probablemente son
genéticas.
Sin
embargo, aunque algunas personas son genéticamente propensas a la
enfermedad, resisten los factores ambientales que podrían
desencadenarla.
El
nuevo trabajo se propuso examinar la neurobiología del trastorno
afectivo estacional en un intento por comprender qué es lo que
realmente hace que algunas personas sean más resistentes al
desarrollo de la depresión
Los
resultados del estudio fueron publicados en la revista
European Neuropsychopharmacology.
El papel clave de los transportadores de serotonina
El papel clave de los transportadores de serotonina
Como
explican los investigadores,
la depresión estacional es causada por la falta de luz del día, lo
que hace que la enfermedad esté más extendida en los países que
están más lejos del ecuador.
"La
luz
del día es efectivamente un antidepresivo natural. Como muchos
medicamentos que se usan actualmente contra la depresión, más luz
del día evita que la serotonina sea eliminada del cerebro",
explica Brenda McMahon, líder del trabajo.
Estudios
anteriores habían demostrado que la depresión invernal tiende a
afectar a las personas con un gen llamado 5-HTTLPR. Este gen codifica
un transportador de serotonina cerebral, una proteína que regula la
eficacia con la que se elimina del cerebro la serotonina, el
llamado neurotransmisor de la felicidad.
La
mayoría de los antidepresivos actúan disminuyendo los niveles de
transportadores de serotonina para retardar la eliminación de la
serotonina
entre las células nerviosas.
Para
el nuevo estudio, los expertos reclutaron a 23 participantes, 13 de
ellos mujeres, que no habían desarrollado depresión a pesar de
tener el gen 5-HTTLPR.
Los
científicos utilizaron un escáner de tomografía por emisión de
positrones (PET) una vez en verano y dos veces en invierno para
examinar los niveles de los participantes tanto de serotonina como de
transportador de serotonina.
"Descubrimos,"
explica McMahon, "que el nivel de proteína transportadora de
serotonina se redujo en un promedio de alrededor del 1% entre el
verano y el invierno, con una caída notablemente mayor en las
mujeres".
"Encontramos
que algunas personas que esperaríamos que tuvieran depresión
invernal debido a su disposición genética
podrían, sin embargo, controlar la cantidad de transporte de
serotonina que se produce, lo que significa que pudieron regular la
cantidad de serotonina extraída de su cerebro", agrega."De
esta forma se vuelven más resistentes a la depresión".
Esta
es la primera vez que alguien usa escaneos PET para observar la
resistencia a la depresión invernal.
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