Un
día como hoy en 1824, en el Teatro de
la Corte Imperial de Viena (Austria), abarrotado de un público
selecto, tuvo lugar el estreno de la Novena
Sinfonía en re menor de Ludwig van Beethoven, completamente
sordo lo que le impidió oír nada de lo que su genio era capaz de
crear. A partir del segundo movimiento, un público asombrado y
embelesado por la riqueza y amplitud de lo que escuchaba, estallaba
en aplausos. Al final del concierto, un Beethoven emocionado vio
entre lágrimas, a todos los asistentes puestos en pie que no pararon
de ovacionarle. (Hace 194
años).
La
Sinfonía
n.º 9 en re menor, op. 125,
conocida también como "Coral", es la última sinfonía
completa del compositor
alemán y
una de las obras más trascendentales, importantes y populares de la
música
y el arte.
Su último movimiento
es un final coral
sorprendentemente inusual en su época pero
se
convirtió
en símbolo
de la libertad.
Precisamente, una adaptación de esta
sinfonía realizada por Herbert
von Karajan es,
desde 1972,
el himno
de la Unión Europea.
En 2001, la partitura original de la sinfonía se inscribió en el
Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO,
donde forma parte, junto con otros sobresalientes monumentos, de la
herencia espiritual de la humanidad.
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