El
CD fue el impulsor de la revolución digital de los años 90, pero
vio la luz mucho antes: el 17 de agosto de 1982, Philips fabricaba el
primer Compact Disc en una factoría en Langenhagen, una ciudad
alemana próxima a Hanover. Hoy, la variedad de soportes existentes,
en plena era de Internet y del iPod, comienza a relegar al CD en un
mercado cada vez más competitivo.
En
aquel momento supuso un importante avance en la manera de almacenar
datos digitales, pero también fue el inicio de una auténtica
revolución
especialmente en la industria de la música,
que pasó casi de golpe del mundo analógico al digital, y abandonó
soportes como la cinta magnética y el vinilo por los discos
brillantes y los lectores láser.
El
desarrollo de este nuevo soporte, que fue fruto de una colaboración
entre Philips y Sony,
supondría la base de una serie de innovaciones enfocadas sobre todo
al ocio digital, como el DVD o la nueva generación de discos
ópticos, como el HD
DVD
o el Blu-ray.
Entonces,
pocos imaginaban que el pequeño disco compacto llegase a conquistar
el mundo en un espacio de tiempo relativamente corto. Cuando fue
lanzado por primera vez al mercado en
noviembre de 1982 disponía de un catálogo de apenas 150 títulos,
la mayoría de ellos clásicos. Hoy, prácticamente toda la música
pasa o ha pasado por este soporte, aunque cada vez más creadores
luchan por liberarse de soportes físicos gracias a la facilidad de
distribuir archivos por Internet.
Historia
El
disco compacto fue creado por el holandés Kees Schouhamer Immink, de
Philips, y el japonés Toshitada Doi, de Sony, en 1979. Al
año siguiente, Sony y Philips, que habían desarrollado el sistema
de audio digital: Compact Disc, comenzaron a distribuir discos
compactos, pero las ventas
no tuvieron éxito por la depresión económica de aquella época.
Entonces decidieron abarcar el mercado de la música clásica, de
mayor calidad. Comenzaba el lanzamiento del nuevo y revolucionario
formato de grabación audio que posteriormente se extendería a otros
sectores de la grabación de datos.
El
sistema óptico fue desarrollado por Philips mientras que la lectura
y codificación digital corrió a cargo de Sony, fue presentado en
junio de 1980 a la industria, y se adhirieron al
nuevo producto 40 compañías de todo el mundo mediante la obtención
de las licencias correspondientes para la producción de
reproductores y discos.
En
1981, el director de orquesta Herbert Von Karajan convencido del
valor de los discos compactos, los promovió durante el Festival de
Salzburgo, y desde ese momento empezó su éxito. Los
primeros títulos grabados en discos compactos en Europa fueron la
Sinfonía Alpina de Richard Strauss, los valses de Frédéric Chopin
interpretados por el pianista chileno Claudio Arrau, y el álbum The
Visitors de ABBA, en 1983 se produciría el primer disco compacto en
los Estados Unidos por CBS (hoy Sony Music) siendo el primer título
en el mercado un álbum de Billy Joel. La
producción de discos compactos se centralizó por varios años en
los Estados Unidos y Alemania, donde eran distribuidos a todo el
mundo. Ya entrada la década de los noventas se
instalaron fábricas en diversos países como ejemplo. En 1992
Sonopress produjo en México el primer CD de título "De Mil
Colores" de Daniela Romo.
Fue
en octubre de 1982 cuando, Sony y Philips comenzaron a comercializar
el CD.
En
el año 1984 salieron al mundo de la informática, permitiendo
almacenar hasta 650 MB. El diámetro de la
perforación central de los discos compactos fue determinado en 15
mm, cuando entre comidas, los creadores se inspiraron en el diámetro
de la moneda de 10 centavos del florín de Holanda. En cambio, el
diámetro de los discos compactos es de 12 cm, lo que corresponde a
la anchura de los bolsillos superiores de las camisas para hombres,
porque según la filosofía de Sony, todo debía caber allí.