Mientras
continúa la búsqueda de planetas fuera de nuestro sistema solar, ya
conocemos muchos mundos con características extremas. Son los
siguientes:
El planeta más frío del universo
Con
una temperatura
de
unos 50 grados por encima del cero absoluto (-223
° C),
el planeta extrasolar OGLE-2005-BLG-390Lb
ostenta, por el momento, el título de planeta
más
frío. Este
mundo está situado a 20.000 años luz de la Tierra, en la
constelación de Sagitario, muy cerca del centro de la Vía Láctea.
Su estrella posee una masa baja, es una estrella fría conocida como
una enana roja. Lo más curioso es que el
planeta orbita a 80 millones de kilómetros de su estrella, algo
menos que la distancia entre Júpiter y el Sol. El
resultado es que, este planeta, al que también se conoce
popularmente como Hoth
(de Star Wars), es incapaz de sostener la vida y la mayoría de los
gases de su atmósfera se congelarían agregándose a la nieve en la
superficie. Fue
descubierto en 2006 en
los observatorios de ESO en Chile.
El planeta más caliente del universo
Lo
caliente que sea un planeta depende principalmente de lo cerca que se
encuentre de su estrella
anfitriona
-y de las características de la propia estrella-. En nuestro propio
sistema solar, Mercurio , por ejemplo, es el planeta más cercano al
Sol con una distancia media de 57.910.000 kilómetros. Las
temperaturas de Mercurio en su lado diurno pueden alcanzar alrededor
de los 430 ºC, mientras que el Sol cuenta con una temperatura
superficial de 5.500 °C. Pero, ¿es esto lo más caliente que
conocemos? Existen estrellas más masivas que el Sol mucho más
ardientes. La
estrella HD 195689 o KELT-9, sin ir más lejos, es 2,5 veces más
masiva que el sol y tiene una temperatura superficial de casi 10.000
°C.
Su planeta, KELT-9b, está mucho más cerca de su estrella anfitriona
que Mercurio de nuestro Sol (concretamente 30 veces más cerca que la
Tierra del Sol). Así pues, hemos
llegado al planeta más caliente del univoerso:
KELT-9b,
que se encuentra a 650 años luz de la Tierra en la constelación de
Cygnus. Orbita su estrella cada 1,5 días, lo que redunda en
unos 4.300 ºC de temperatura; más caliente que muchas de las
estrellas con una masa más baja que nuestro sol. Para
que nos hagamos una idea, Mercurio sería una gota de lava fundida a
esta extrema temperatura. De hecho, con lo cerca que está de su
estrella, el planeta está destinado a desaparecer. Fue
descubierto en 2016
gracias al empleo del Kilodegree
Extremely Little Telescope.
El planeta más grande del universo
Hablamos
de DENIS-P
J082303.1-491201 b,
un planeta tan masivo que aún se discute si en realidad habría que
clasificarlo como un planeta o como una estrella enana marrón. La
cuestión es que este
planeta tiene 28,5 veces la masa de Júpiter,
lo que lo convierte en el planeta más masivo que aparece en el
archivo de exoplanetas
de
la NASA. Según las definiciones oficiales se trata de un objeto
demasiado masivo para ser un planeta y debería ser clasificado como
una enana marrón pero, como decimos, los astrónomos no se ponen de
acuerdo. Su estrella anfitriona es una enana marrón confirmada. Se
trata de un objeto subestelar que orbita la estrella DENIS-P
J082303.1-491201 a unos 67,7 años luz de la Tierra en la
constelación
de
la Vela. Fue
descubierto en 2013
gracias al Observatorio de la Silla en Chile.
El planeta más pequeño del universo
El
único satélite natural de la Tierra, la Luna,
tiene un radio de 1.737 kilómetros. Pues el planeta más diminuto
del universo
es un poco más grande que nuestra luna y más pequeño que Mercurio.
Se trata de Kepler-37b,
un mundo rocoso que se encuentra a aproximadamente 215 años-luz de
la Tierra en la constelación de Lyra. Orbita la estrella Kepler-37 a
una distancia mucho más cercana de lo que está Mercurio de nuestro
Sol, por lo que está demasiado caliente para soportar el agua
líquida y, por lo tanto, la posibilidad de encontrar vida en su
superficie. Su temperatura media es de 426 ºC. Fue
descubierto en 2013
gracias a la misión Kepler.
El planeta más antiguo del universo
También
conocido como 'Matusalén',
PSR
B1620-26 b es el planeta más vetusto del universo conocido. Cuenta
con más de 12.400 millones de años (apenas
es 1.000 millones de años más joven que el propio universo) y se
trata de un gigante de gas con 2,5 veces la masa de Júpiter.
Fue descubierto en 1996 por un grupo de astrónomos encabezado por el
astrofísico americano Donald
Backer, que
se encontraban examinando lo que creían que era un púlsar binario.
Luego, resultó que el
escenario lo conformaba un planeta que orbitaba alrededor de dos
estrellas de acogida,
que giran una alrededor de la otra en la constelación del Escorpión.
El planeta más joven del universo
Viajamos
ahora a unos 427 años luz de distancia de la Tierra en la
constelación de Tauro y nos
topamos con el sistema planetario V830 Tauri,
donde un
joven exoplaneta de apenas 2 millones de años de antigüedad
orbita su estrella anfitriona que tiene la misma masa que nuestro Sol
pero el doble de radio, lo que evidencia que aún no ha entrado en su
fase de formación final. El exoplaneta en cuestión ostenta, por
tanto, el
récord de planeta más joven del universo conocido y
se caracteriza por ser un
gigante gaseoso aún en crecimiento con tres cuartos de la masa de
Júpiter
por el momento. V830 Tauri b orbita su estrella madre cada 4,93 días
a una distancia 7 veces más cercana que el planeta Mercurio
con
respecto al Sol, por lo que nos imaginamos las cálidas temperaturas
de su superficie. Está clasificado como un Júpiter caliente y fue
descubierto en 2016. Otros 'jovenzuelos' conocidos son TW
Hydrae,
una estrella de unos 5-10 millones de años y el 80% de la masa del
Sol y el planeta que la orbita, K2-33b,
un joven mundo que se encuentra a unos 470 años luz de distancia de
la Tierra en la constelación de Escorpión. El planeta es un 50% más
grande que Neptuno
y
podría estar aún en su etapa de formación.
El planeta con el clima más violento
Es
probable que conforme sigamos explorando el universo, observemos
patrones climáticos que nos sorprendan por sus particularidades
pero, por el momento, se
encuentran demasiado lejos para
que podamos analizar su clima. Por ello, el
planeta con el clima más extremo del universo conocido se encuentra
en nuestro sistema solar: es Venus.
Este
planeta que carece de satélites naturales y bautizado así en honor
a la diosa romana del amor (Afrodita
en la mitología griega),
tiene de todo menos un clima romántico. El
planeta está envuelto en nubes de ácido sulfúrico cuyos vientos
alcanzan velocidades de huracán de hasta 360 km/h.
Su atmósfera es casi 100 veces más densa que la de la tierra y
repleta de dióxido de carbono en su mayoría. El efecto invernadero
resultante plantea un nada bucólico escenario de temperaturas de 462
ºC en la superficie. Los
infernales días de Venus son, además, larguísimos, pues posee
el día más largo del sistema solar:
243 días terrestres.
El planeta con las temperaturas más variables
¿Pasar
de un calor infernal a un gélido 'glaciar' en unas horas? El
día y la noche parecen batirse en duelo en Mercurio,
pues las temperaturas diurnas y nocturnas no dejan imperturbable a
nadie. De
día,
el planeta más cercano al Sol, concretamente en la Cuenca Caloris de
1.550 kilómetros de diámetro, podemos 'disfrutar' de unos 430
ºC de temperatura.
Cuando
cae la noche,
las temperaturas sufren una baja de 600 grados centígrados,
observándose en Mercurio
los
-170
ºC de temperatura.
Es, sin duda, el planeta que mayor diferencia de temperatura
presenta. El motivo, aparte de por su cercanía al Sol,
es porque Mercurio
casi no tiene atmósfera, por
lo que no es capaz de retener el calor. Si aterrizáramos en
Mercurio, o arderíamos en llamas o moriríamos congelados.
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