Dramaturgo
estadounidense,
es autor de obras emblemáticas como La
muerte de un viajante
y Las
brujas de Salem,
y ganador en dos ocasiones del premio Pulitzer. Está considerado
como uno de los mejores dramaturgos del siglo XX. Escritor
comprometido, supo trasladar a los escenarios el conflicto del ser
humano y el espíritu crítico, arremetió contra el masificador
antihumanismo estadounidense, se acercó al marxismo, para después
criticarlo, se opuso activamente a la “caza de brujas” del
senador McCarthy y denunció la intervención estadounidense en Corea
y Vietnam. Su nombre fue sinónimo de audacia y de ruptura, tanto
temática como estructural. En
Muerte
de un viajante
(1949)
criticó
el sueño americano de progresar en la vida sin tener en cuenta los
principios éticos, y
es
considerada una de las mejores obras del teatro contemporáneo.
Elegido
el mejor dramaturgo del siglo XX, según una encuesta convocada por
el Royal National Theatre, en la que participaron ochocientas
personas directamente relacionadas con el teatro, estaba en posesión
de la Medalla de Oro de las Artes y las Letras (1959), del premio
Angloamericano de teatro (1966) y del Lawrence Olivier Theatre Award
(1995). En 2002 estuvo en España para recibir, de manos del príncipe
Felipe, en una emotiva ceremonia en el teatro Campoamor de Oviedo, el
premio Príncipe de Asturias de las letras en reconocimiento a su
capital contribución a la “renovación de la permanente lección
humanística del mejor teatro”. Contestatario hasta el final, un
año antes había publicado La
política y el arte de actuar,
un alegato contra el establishment
político estadounidense, George W. Bush incluido.
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