Nació
en Maryland siendo esclava, como el
resto de su familia. Su amo, Edward Brodas, decidió llamarla
Araminta, pero ella adoptó el nombre de Harriet, como su madre.
Siempre
tuvo fama de rebelde y mala trabajadora entre todos sus amos. En 1849
escapó a Filadelfia aprovechando la muerte de uno de ellos.
Su
vida como mujer libre dio un vuelco. Conoció a varias
personas que formaban parte del grupo denominado Ferrocarril
Subterráneo, un conjunto de abolicionistas blancos y negros que
había establecido una serie de lugares (casas, graneros, cuevas…)
para que los esclavos fugitivos los utilizasen en su huida a los
países libres del norte del país. Algunos de ellos la ayudaron a
huir, y siguió aprendiendo más sobre este sistema.
Después
de mucho viajar, finalmente pisó tierra libre. Fue entonces cuando
pensó en dedicarse a hacer escapadas al sur y ayudar
a otros esclavos a huir. En 1850 hizo el primero de sus
viajes, en el que liberó a una de sus hermanas y a dos niños. En
1851 lo hizo con el resto de su familia; excepto con su marido, que
no quiso huir ya que se había vuelto a casar. En 1857 llevó a cabo
uno de sus rescates más importantes: el de sus padres. Al final de
los años 50 había conseguido rescatar a casi 300 personas. En
Maryland se puso precio a su cabeza.
Aprendió
rápido los trucos necesarios para las incursiones: utilizaba
somníferos para dormir a los bebés y que no llorasen o espoleaba
con una pistola a aquellos que, cansados, no querían continuar.
Al
cabo del tiempo Tubman hizo muchos contactos
con gente del movimiento abolicionista. En 1861 marchó hacia
el sur con el general Benjamin Butler para defender Washington en la
guerra civil. Al principio trabajó como enfermera, luego como espía.
Dos años después condujo la expedición del río Combahee, en la
que se liberó a 700 esclavos. Se convirtió así en la primera mujer
en dirigir un asalto armado durante la guerra de EEUU.
Al
finalizar la guerra se estableció en Auburn. Aunque era pobre
y analfabeta, dedicó el resto de su vida a obtener dinero para la
educación de antiguos esclavos. Estuvo también activa
trabajando en los derechos de la mujer y luchando por el sufragio
universal. Falleció en marzo de 1913 y el ejército le rindió
honores en un entierro de carácter militar.
“Tenía
derecho a una de las dos cosas, la libertad o la muerte; si no podía
tener una, tendría la otra”.
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