TRIBOLÍN,
EL DUENDE LECTOR
En
la Biblioteca tenemos un duende que le gusta mucho leer. Se esconde
entre las estanterías y los libros. Es muy difícil verlo, pero si
te fijas bien, su rastro puedes seguir...
¿Sabes
por qué Tribolín es la mascota de la biblioteca? Verás, todo
empezó hace mucho, pero mucho tiempo...
Había
una vez un duende que le gustaba mucho leer y que se llamaba
Tribolín. Era un duende sabio y viajero. Cargado con su mochila,
Tribolín iba de pueblo en pueblo leyendo. Y un día llegó a Gines,
a la plaza del pueblo; como siempre, sacó de su mochila un libro y
empezó a leer. Todos los lugareños estaban
alrededor de Tribolín
escuchando sus palabras. Al terminar de leer, cerró el libro y lo
volvió a meter en su mochila. Se dirigía hacia otro pueblo. Pero no
se dio cuenta que del libro, al guardarlo en la mochila, se escaparon
algunas palabras que cayeron al suelo. Estas palabras se convirtieron
en semillas que germinaron en la tierra y nació un árbol frondoso
cuyos frutos fueron libros. Muchos libros crecieron, libros de todo
tipo y de todos los tamaños y de diversos colores. Las hojas del
árbol que caían en otoño, volvían a germinar y de nuevo crecía
otro árbol con libros; y así se fueron multiplicando las semillas,
los árboles y los frutos. Por eso se edificó la Biblioteca, un
lugar donde guardar los libros.
¡Gracias a Tribolín tenemos
nuestra Biblioteca! Si vienes por aquí, podrás saludarle.