Se trata de La Puerta del Puma, y fue construido por una civilización anterior a los incas.
El
complejo arqueológico de Tihuanaco, en la actual Bolivia, reúne
algunas de las ruinas más fascinantes de la América precolombina.
Restos de una suntuosa ciudad que fue construida por una cultura
preincaica. Y entre ellas hay unas muy especiales. Son los restos de
un templo llamado Pumapunku, que significa Puerta del Puma.
Debió
de ser tan colosal, que los incas decidieron incorporarlo a sus
rituales, y las crónicas españolas revelan que los conquistadores
quedaron maravillados ante su esplendor. El problema para nosotros es
que no sabíamos exactamente como era dicho templo, ya que el paso
del tiempo acabó destruyéndolo.
El
origen de estos templos es un misterio, pero basado en la datación
por carbono del material orgánico que se encuentra en el sitio, los
arqueólogos creen que el complejo pudo haber sido construido por el
imperio Tiwanaku -una de la civilizaciones más importantes antes del
Imperio Inca- que floreció entre 300 y 1000 después de Cristo.
Lo
más intrigante de Pumapunku
es el trabajo de la piedra. Pumapunku era un
montículo de tierra en terrazas originalmente enfrentado con bloques
megalíticos, cada uno con un peso de varias decenas de toneladas.
Las piedras de arenisca y andesita rojas fueron cortadas en formas
geométricas que encajan perfectamente entre sí sin utilizar
mortero. La finura técnica y la precisión que se muestra en estos
bloques de piedra es asombrosa. Es tal su precisión que ni siquiera
una hoja de afeitar puede deslizarse entre las rocas.
Algunos
de estos bloques están acabados con calidad de "máquina"
y con agujeros perforados de un modo perfecto. Esto se supone que fue
realizado por una civilización que no tenía ningún sistema de
escritura y que era ignorante incluso de la existencia de la rueda.
Algo no cuadra.
Un
artículo de Wikipedia describe la fantástica ingeniería
empleada en la construcción del templo: "En el montaje de las
paredes de Puma Punku, cada piedra fue finamente cortada para
entrelazarse con las piedras de alrededor. Los bloques encajan como
un rompecabezas. Una técnica común de ingeniería consiste en
cortar la parte superior de la piedra inferior con un cierto ángulo,
colocando otra piedra en la parte superior de la misma que fue
cortada con el mismo ángulo. La precisión con la que se han
utilizado estos ángulos para crear juntas al ras es indicativo de un
conocimiento altamente sofisticado del corte de piedra y un
conocimiento profundo de la geometría descriptiva. Muchas de las
uniones son tan precisas que ni siquiera una hoja de afeitar encaja
entre las piedras. Gran parte de la mampostería se caracteriza por
bloques rectilíneos cortados con precisión de tal uniformidad que
podían ser intercambiados uno por el otro mientras se mantiene una
superficie plana. Los bloques fueron cortados de manera tan precisa
como para sugerir la posibilidad de prefabricación y producción en
masa, con una tecnología que llegaría cientos de años más tarde".
Las
piedras son de la proporción de un mamut. El más grande de estos
bloques es 8 metros de largo, 5 metros de ancho y 1 metro de espesor,
y se estima que pesa alrededor de 131 toneladas. Debido a su tamaño,
el método por el que fueron transportadas a Puma Punku ha sido otro
tema de interés desde el descubrimiento del templo. El análisis
químico reveló que los bloques de arenisca roja fueron
transportados hasta una pendiente pronunciada de una cantera cercana
al Lago Titicaca, que se encuentra a unos 10 kilómetros de
distancia. Los bloques de andesita más pequeños fueron utilizados
para el revestimiento de piedra y tallas y provenían de canteras
dentro de la península de Copacabana a unos 90 kilómetros de
distancia del lago Titicaca.
Un
ejemplo de alta precisión son estos pequeños agujeros. Con una base
en evidencias circunstanciales, se puede argumentar que Puma Punku
nunca fue construido por los Tiwanaku, sino por una civilización que
era más avanzada. Tal vez los resultados de la datación de carbono
están equivocados debido a la contaminación de las muestras, o que
Puma Punku fue construida por otra civilización que llegó a través
del océano, construyó el complejo y se fue.
Algunos
creen que Puma Punku no podría haber sido construida sin la ayuda de
seres extraterrestres. El complejo hoy está en completa ruina, con
enormes bloques de granito distribuidos sobre otros. El sitio parece
haber sido destruido por un terremoto, que tal vez fue acompañado de
una ola gigante del lago Titicaca.
Afortunadamente,
un investigador de la Universidad de Berkeley llamado Alexei Vranich,
ha
logrado resolver el misterio. Recopilando toda la información
existente sobre el templo, y estudiando los restos del mismo, ha
logrado calcular como eran la mayoría de las piezas que lo formaban.
Y ha podido realizar una reconstrucción en 3D del mismo.
El
resultado revela que La Puerta del Puma fue creada para provocar en
quien miraba a través de ella, la sensación de estar contemplando
el infinito desde una estancia muy pequeña.
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