En
1961, el artista conceptual irónico
italiano vendió 90 latas llenas de sus propios excrementos. Cada
lata contenía 30 grs. y costaba US$ 32, el equivalente de su precio
en oro de ese año.
Algunas
de las latas de Manzoni tuvieron que ser abiertas por la mala calidad
del envase y finalmente los museos y coleccionistas pudieron
comprobar que dentro de las latas había realmente "Merde
d´artiste" (este era el título de la obra).
Sin
embargo, su amigo y compañero de fatigas artísticas reveló en un
artículo publicado por
el diario Il
Corriere della Sera que
la lata de conservas contiene sólo yeso.
Bonalumi
cuenta el fracaso que cosechó ese año una exposición en Milán de
Manzoni, él y un tercer amigo, Enrico Castellani, los tres hartos
del arte figurativo. Al
acabar la exposición y tras intentar vender sin éxito a un
coleccionista, Manzoni exclamó: "Estos imbéciles de burgueses
milaneses sólo quieren mierda". Meses más tarde, Manzoni les
llamó a su estudio y les mostró su última obra: una lata de
conservas con un contenido neto de 30 gramos de sus heces y a la que
puso la famosa etiqueta.
En
total, Manzoni preparó noventa latas de este tipo, que luego fueron
a parar a museos, como la galería Tate Modern de Londres, y por los
que se han llegado a pagar 124.000 de euros. De siempre se ha tenido
por seguro que en el interior de las latas se encontraban los
excrementos del artista e, incluso, hubo la denuncia de un
coleccionista a un museo por habérsela devuelto en mal estado, lo
que habría provocado la exhalación de mal olor de la conserva.
Bonalumi
señala que en los últimos decenios mucha gente se ha preguntado que
es lo que había dentro de la lata y declara como seguro "que no
es materia orgánica". "Si así fuera, antes o después, el
metal se habría corrompido provocando su salida", sostiene.
"Puedo
tranquilamente afirmar que se trata sólo de yeso", añade
Bonalumi, que invita a abrir la lata al que quiera a comprobarlo,
aunque afirma que no será él quien lo haga.
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