Si te consideras un gran amante de los animales y, sobre todo, del mejor amigo del hombre, te invitamos a conocer estos datos sobre ellos:
1.
El
vínculo entre un perro y su dueño es similar al de una madre con su
hijo.
Así lo determinó un estudio llevado a cabo por el departamento de
Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad Azabu (Japón) que
demostró que la hormona del amor, la oxitocina, es la responsable de
haber creado una conexión tan fuerte como la que se crea a nivel
biológico entre padres e hijos.
2.
Los
perros sacan tanto la lengua para regular su temperatura corporal
y es que, a diferencia de los seres humanos, los perros tienen muy
pocas glándulas sudoríparas en la piel, por lo que no cuentan con
la transpiración dérmica necesaria para poder regular su
temperatura corporal. Así, gracias a estos jadeos y su lengua fuera
haciendo las veces de radiador, consiguen equilibrar su temperatura.
Por eso es más común verles con la lengua fuera más tiempo tras
hacer ejercicio o en un día caluroso de verano.
3.
Los
perros son pesimistas.
Un estudio publicado en la revista Current Biology concluyó que
algunos perros son pesimistas por naturaleza y otros tienen un
temperamento más jovial. Para medir la psicología canina, los
investigadores entrenaron a 24 perros, descubriendo que el
temperamento de los perros se correspondía con su comportamiento
cuando estaban separados de sus dueños. Los pesimistas se
preocupaban, ladraban o se portaban mal, temiendo haber sido
abandonados.
4.
Pueden
llegar a entender más de 160 palabras.
Según el investigador canino Stanley Coren, de la Universidad de
British Columbia en Vancouver (Canadá), los perros pueden distinguir
más de 160 palabras, algunos incluso hasta 200. Además, son capaces
de resolver problemas complejos. La raza más inteligente es la del
Border Collie.
5.
Dormir
con perros beneficia la calidad del sueño.
Los efectos positivos de convivir con una mascota han sido
ampliamente estudiados; este es otro de los beneficios. Un estudio
del Centro del Sueño de la Clínica Mayo en Scottsdale, Arizona
(EE.UU.), concluyó que el hecho de sentir cerca a nuestra mascota
compensa sus posibles movimientos o ronquido, puesto su compañía es
beneficiosa para el descanso. Dormimos mejor al sentirnos más
seguros, más tranquilos y acompañados.
6.
Bostezan
por empatía con los seres humanos.
Resulta curioso pero una investigación de la Universidad de Tokio
(Japón) sugirió que el mejor amigo del hombre bosteza cuando ve a
una persona hacerlo y, además, es más frecuente que lo haga si el
que emite el bostezo es su propietario. El bostezo es, por tanto,
contagioso para los animales, y se basa en la empatía.
7.
Pueden
donar sangre.
Nuestras mascotas también pueden ser donantes de sangre y cualquier
perro o gato puede serlo mientras cumpla los requisitos mínimos: los
donantes deben estar en buenas condiciones físicas y pesar al menos
20 kilos en el caso de los perros y 3 kilos en el caso de los gatos.
8.
La
carne cruda es uno de los peores enemigos de nuestra mascota.
Ni filetes crudos ni chuletas. La carne sin cocinar es un caldo de
cultivo de bacterias como la salmonella. Otros alimentos que no deben
tomar son: chocolates, café o té, pescado crudo, setas, leche o
alcohol.
9.
Tener
perro es bueno para el corazón.
Ser propietario de un animal doméstico es muy saludable. Tener una
mascota, particularmente un perro, puede ayudar a reducir el riesgo
de enfermedades del corazón, según el último estudio llevado a
cabo por el Michael E. DeBakey Veterans Administration Medical Center
de Houston (EE.UU.). La investigación contó con más de 5.200
propietarios de perros adultos y los resultados revelaron que
aquellos que paseaban a sus mascotas tenían un estado físico un 54%
mejor que aquellos que no lo hacían.
10.
Los
perros domésticos pequeños surgieron en Oriente Medio hace al menos
12.000 años
como resultado de la domesticación de los lobos grises (Canis
lupus), según resolvió un estudio de la Universidad de California
(EE.UU.) que identificó las variaciones de un gen llamado IGF1
asociado a la talla del can. Respecto a los perros de gran tamaño es
probable que convivieran con nuestros antepasados al menos 5.000 años
antes.
11.
Los
perros tienen el cerebro más grande que los gatos
porque son más sociables; los felinos llevan una existencia más
solitaria y al igual que ocurre con otras especies como los ciervos o
los rinocerontes, apenas han aumentado el tamaño de su materia gris
a lo largo del tiempo. Existe un vínculo entre el tamaño del
cerebro y el grado de sociabilidad de un determinado mamífero. Los
cerebros que más han crecido en el transcurso de la evolución han
sido los monos, los caballos, los delfines, los camellos y los
perros.
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