Da
igual lo mayor que seas. Un estudio descubre que los ancianos tienen
la misma cantidad de neuronas nuevas que los adolescentes.
Un
equipo de neurólogos de la Universidad de Columbia (EE. UU.) ha
descubierto que el cerebro
no deja de crecer, un
hallazgo que podría ayudar a tratar enfermedades degenerativas como
el alzheimer.
Anteriormente,
los investigadores creían que el cerebro no desarrollaba ninguna
célula nueva después de la infancia,
por lo que es mucho más difícil para los adultos adquirir nuevas
habilidades o aprender un idioma extranjero, por ejemplo.
Estudios
más recientes sugirieron que si se hiperestimulaban zonas
específicas del cerebro, se podían formar nuevas células. Sin
embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Cell
Stem Cell
ha
concluido que
se
forman miles de nuevas células cerebrales o neuronas todo el tiempo,
incluso cuando las personas son muy mayores.
El
trabajo sugiere que los problemas con las capacidades mentales y la
memoria asociada a la edad no se deben a la pérdida de neuronas,
sino a fallos
en las propias neuronas para comunicarse de manera apropiada entre
sí.
"Descubrimos
que las personas mayores tienen una capacidad similar para generar
miles de nuevas neuronas hipocampales a partir de las células
progenitoras, como lo hacen las personas más jóvenes. Sin embargo,
las
personas mayores tenían menos vascularización
(formación
de vasos sanguíneos) y
tal vez menos capacidad de las nuevas neuronas para establecer
conexiones",
explica Maura Boldrini, líder del estudio.
Este
avance podría ayudar a los científicos a comprender mejor las
causas de la demencia
y cómo evitar que ocurra, pues las cifras de personas con estos
trastornos neurodegenerativos no paran de aumentar.
Para
su experimento, los expertos observaron
el hipocampo en 28 individuos sanos de entre 14 y 79 años que habían
muerto repentinamente.
Ninguno de ellos tenía deterioro cognitivo o depresión, lo que
puede afectar al desarrollo de las neuronas.
Descubrieron
que incluso en los cerebros más maduros se estaban formando neuronas
hasta el momento de la muerte.
Es la primera vez que los científicos observan neuronas recién
creadas y el estado de los vasos sanguíneos en todo el hipocampo
humano poco después de la muerte.
"Encontramos
números similares de progenitores neuronales intermedios y miles de
neuronas inmaduras", concluyeron los autores.
La
salvedad en este caso fue que las personas mayores formaron menos
vasos sanguíneos nuevos dentro de las estructuras cerebrales y
poseían un grupo más pequeño de células progenitoras,
descendientes de células madre que se convierten en neuronas.
Según
Boldrini este
deterioro cerebral en la vejez podría deberse a este conjunto más
pequeño de células madre neurales,
a
la disminución de los vasos sanguíneos y la conectividad de célula
a célula reducida en el hipocampo.
"Es posible que la neurogénesis del hipocampo en curso sostenga la función cognitiva específica del ser humano a lo largo de la vida y que las disminuciones puedan estar relacionadas con una capacidad de recuperación cognitiva-emocional comprometida", concluye.
"Es posible que la neurogénesis del hipocampo en curso sostenga la función cognitiva específica del ser humano a lo largo de la vida y que las disminuciones puedan estar relacionadas con una capacidad de recuperación cognitiva-emocional comprometida", concluye.
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