
Esas
carreras aceleradas y frenéticas del cine mudo responden a un
desajuste tecnológico que ya no existe.
Charlot
camina tan apresuradamente en sus comedias de cine
mudo
no para hacernos reír, sino por un problema tecnológico. Cuando
Charles Chaplin
rodó
sus primeras películas, estas se registraron a una
velocidad de dieciocho fotogramas por segundo; a
finales de los años 20, los proyectores ya funcionaban...