MARGUERITE
DURAS
(Saigón, 1914 – París, 1996): escritora
francesa y directora de cine, conocida internacionalmente por sus
guiones de las películas Hiroshima
mon amour e
India
Song, ganadora
del prestigioso Premio Goncourt por su novela L'Amant
(traducida
a cuarenta idiomas).
Sus
primeras novelas, Les
impudents (1943)
y La
vie tranquille (1944),
reflejan cierta influencia narrativa anglosajona; después evolucionó
hacia las formas del “nouveau roman”, así en L'après-midi
de M. Andesmas,
de 1960. Se dio a conocer más con la publicación de una novela de
inspiración autobiográfica, Un
dique contra el Pacífico (1950),
que elabora recuerdos de infancia. Sus obras posteriores ponen de
relieve, en relatos cortos, la angustia y el deseo de los personajes
que intentan escapar de la soledad.
Sus
grandes novelas son Le
ravissement de Lol V. Stein,
1964; Le
Vice-cónsul,
1966; L'Amante
Anglaise,
1967; Détruire,
dit-elle,
1969; L'Amour,
1971; y el texto India
Song,
1973, que recoge personajes de Le
Vice-cónsul y
que luego llevó excepcionalmente al cine.
Su
obra literaria cuenta con unas cuarenta novelas y una docena de
piezas de teatro. Su trayectoria dramática fue reconocida en 1983
por la Academia francesa con el Gran Premio de Teatro.
La
propia vida de la escritora es una novela sobre la que ella ha
escrito incesantemente. La destrucción, el amor, la alienación
social, son palabras clave en la vida de Marguerite que se detectan
en toda su obra. Una historia tormentosa, de soledad y escritura, de
palabras y de silencios, de deseos fulgurantes también.
Un
personaje ineludible, en la vida de Duras: su madre. El desamor
maternal marcó toda su vida e hizo de ella un personaje
controvertido en el que se entremezclaban las exigencias del corazón
y los caprichos del cuerpo; impetuosa y obstinada, tuvo tantos
detractores como seguidores de sus obras.
Es
difícil definir su personalidad: iracunda o dulce, genial o
narcisista, pero hay que creerla cuando asegura "yo soy una
escritora, no vale la pena decir nada más". De hecho, C'est
tout,
de 1995, fue su último texto.
Para
que el mundo sea soportable, es necesario exorcizar las obsesiones,
pero la escritura puede, tanto esconderlas como desvelarlas.
Entonces Duras tantea, repite una y otra vez, busca la palabra justa,
"prueba" escribir, como se prueba amar aún sabiendo que
nunca se logrará totalmente. Marguerite decía "escribir es
tratar de saber lo que uno escribiría si uno escribiera". Sus
novelas se ordenan alrededor de una explosión central, un instante
de violencia que da paso al discurso: Hiroshima y el amor, la muerte
y el deseo psíquico simbólicamente entremezclados “destruir”
dice ella. Y esta frase se asemeja a la música, vuelve siempre, es
la variación infinita sobre un tema, es letanía y celebración,
control y desenfreno".
Se
han recuperado recientemente escritos de juventud muy importantes,
como los Cuadernos
de guerra y otros textos,
en 2006, y unas entrevistas italianas en 2012.
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