Alexandre
o Alejandro
Dumas
(1802-1870) fue un novelista y dramaturgo francés cuya infancia
estuvo marcada por una escasa educación escolar. Debido a la falta
de recursos económicos, trabajó de vendedor de tabaco, mensajero y
de pasante de un notario. A pesar de estos inicios, su carácter y su
personalidad
no se vieron afectados, sino más bien lo contrario. Dumas era
soñador y luchador.
Tras
entrar al servicio del Duque de Orleans como escribiente, ya que
poseía una excelente caligrafía, comenzó a escribir y a intentar
estrenar sus obras de teatro. A partir de 1830 ya ganaba suficiente
dinero para dedicarse exclusivamente a la literatura. Fue un autor
prolífico y escribió tanto tragedias, dramas, melodramas,
aventuras... Se
le atribuyen más de 1.200 obras entre propias y las de sus
colaboradores, convirtiéndose en uno de los autores más populares
de Francia y del mundo, a nivel póstumo.
Debido precisamente a su éxito, Dumas amasó una gran fortuna pero
debido a su carácter despilfarrador, acabó huyendo de los
acreedores y refugiándose en casa de su hijo, el también escritor,
Alejandro Dumas.
Murió
de un ataque al corazón el 5 de diciembre de 1870 a la edad de 68
años, dejándonos obras tan increíbles como
“Los Tres Mosqueteros” (1844), “El Conde de Montecristo”
(1845), “La Reina Margot” (1845), “El tulipán negro” (1850)
o “La mano del muerto” (1859).
Os
dejamos con algunas de sus frases más célebres:
“El
orgullo de quienes no pueden edificar es destruir.”
“La
vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el
momento en que se presenta”
“La
vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas
correctas.”
“Cuando
el amor desenfrenado entra en el corazón, va royendo todos los demás
sentimientos; vive a expensas del honor, de la fe y de la palabra
dada”
“Para
toda clase de males hay dos remedios; el tiempo y el silencio”
“Si
dais la impresión de necesitar cualquier cosa no os darán nada;
para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico”
“Las
opiniones son como los clavos: mientras más se golpea contra
ellas,más penetran”
“El
amor es física, el matrimonio química”
“La
sabiduría humana se encierra por entero en estas dos palabras:
¡Confiar y esperar!.”
“No
hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los
peligros desconocidos son los que inspiran más temor.”
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