"Llorar
como una Magdalena" o "ser más falso que Judas" son
expresiones descriptivas que utilizan coloquialmente los
hispanohablantes sin distinción de credos -también los agnósticos-,
y cuyo origen no es otro que los textos de la Semana Santa y de la
Pascua.
Las
escenas de la Pasión de Cristo vienen a resumir gráficamente
situaciones cotidianas de sufrimiento como "llevar
la cruz", "estar
hecho un eccehomo" o "pasar
un calvario".
Jesucristo
salvó a Magdalena de la lapidación a la que había sido condenada
por adúltera. Le siguió desde entonces y hasta el Calvario y lloró
amargamente su pérdida.
El
dolor de esa cristiana también está plasmado en la expresión "no
estar la Magdalena para tafetanes", lo que equivale a otra
expresión coloquial, la de que "no está el horno para bollos".
"Meterse
a redentor y salir crucificado" es una de las consecuencias de
llevar una "vida un calvario" en la que para "más
inri", puedes
ser víctima del "nazareno" (una estafa).
Inri
es una nota de burla y "para más inri" una locución que
significa para mayor escarnio, intención que tenía el INRI,
acrónimo de "Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum" (Jesús de
Nazaret, Rey de los Judíos), que pusieron en la cruz de Cristo,
siguiendo la costumbre romana de anunciar la causa por la que se
condenaba al reo.
Nazarenos
son los penitentes que van en las procesiones de Semana Santa, pero
"dar
el Nazareno", no
es entregar a un habitante de Nazaret, (la ciudad donde creció
Jesús), sino timar a alguien.
El
timador, "el nazareno", se gana la confianza de un
proveedor mediante pequeños pedidos que paga religiosamente, para
después hacer uno mayor que no abona y además venderá a terceros.
El
estafado se siente como un tonto "de
capirote", que
no es un tonto con el "cucurucho de cartón cubierto de tela que
usan los penitentes en las procesiones", sino un tonto
extremadamente tonto.
De
Barrabás a una barrabasada
Ese
timo es más que "una
barrabasada", que
es algo malo, díscolo o travieso hecho por un barrabás, como se
llamaba el judío indultado por Poncio Pilatos quien, siendo
gobernador de Judea, se desentendió del juicio de Jesucristo y,
"lavándose las manos", dejó que el pueblo eligiera salvar
de la cruz al delincuente Barrabás.
La
conducta de ese procurador romano pasó a la posteridad como sinónimo
de dejación e inhibición. Muy distinto fue el comportamiento de
Simón de Cirene, que ayudó a Cristo a llevar la cruz. Desde
entonces a quien ayuda desinteresadamente en algún quehacer penoso
se le llama "cirineo".
Tampoco
sale bien parado el gobernador de Judea en otro dicho que comparte
con Herodes y que significa inoperancia o pérdida de tiempo: "ir
de Herodes a Pilatos" es el ir y venir que sufrió Jesús hasta
que se decidió quien lo juzgaría.
También
la
traición de Judas ha
quedado plasmada en numerosas frases ("el beso de Judas" o
"ser un judas"). Esa deslealtad tiene su propio y
tradicional castigo en la "quema del Judas", que se
representa en diferentes lugares de España y de Latinoamérica,
entre ellos en los cerros de Valparaíso (Chile). Todo un
espectáculo.
"¡Por
los clavos de Cristo!" es
una forma de rogar encarecidamente algo, por ejemplo que se deje de
"armar la de Dios es Cristo", que, según el sacerdote
filólogo José María Sbarbi, "es la perturbación que ocurrió
en el Calvario cuando los judíos deícidas se convencieron de que el
Crucificado era verdaderamente el Hijo de Dios" por los
fenómenos que acompañaron su muerte.
El escritor y paremiólogo Jose María Iribarren dice que "según los más, la expresión proviene de las controversias del Concilio de Nicea" en torno a la doble naturaleza humana y divina de Cristo.
Para otro erudito, Gonzalo Correas, la frase "otro gallo cantaría", equivalente a "mejor suerte tuviera...", parece proceder del pasaje de la Pasión en que el gallo cantó después de que Pedro, por cobardía, negara tres veces conocer a Cristo.
Le hacen la Pascua
Mala suerte tiene también aquel al que le "hacen la Pascua ", que es lo que se hacían en el rito judaico con el corderito que primero mimaban, luego mataban y después comían en esa festividad.
"De Pascuas a Ramos" es como de "higos a brevas", algo que sucede de tarde en tarde.
En Venezuela si alguien "es más atrasado que una serpentina en Semana Santa" es que está completamente desubicado y en Argentina se puede "estar más aburrido que un 'Viernes Santo'", pero en Chile cuando alguien está muy inquieto "parece más nervioso que un pescado en Semana Santa", por la prohibición de comer carne en Cuaresma.
"¡Adelante con los faroles!" es una expresión de ánimo para avanzar pese a las dificultades: algún estudioso ve en ella una alusión a alguna procesión que encontró obstáculos en su camino y una vez medio despejado vino la llamada a proseguir.
Se puede "estar más alegre que unas Pascuas" sin "dar la matraca", instrumento de madera de sonido ronco usado para simular el ruido de un terremoto en el Oficio de Tinieblas del Viernes Santo, y cantar como Joan Manuel Serrat los versos de Antonio Machado:
Dijo una voz popular:
"¿Quién me presta una escalera
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?....".
El escritor y paremiólogo Jose María Iribarren dice que "según los más, la expresión proviene de las controversias del Concilio de Nicea" en torno a la doble naturaleza humana y divina de Cristo.
Para otro erudito, Gonzalo Correas, la frase "otro gallo cantaría", equivalente a "mejor suerte tuviera...", parece proceder del pasaje de la Pasión en que el gallo cantó después de que Pedro, por cobardía, negara tres veces conocer a Cristo.
Le hacen la Pascua
Mala suerte tiene también aquel al que le "hacen la Pascua ", que es lo que se hacían en el rito judaico con el corderito que primero mimaban, luego mataban y después comían en esa festividad.
"De Pascuas a Ramos" es como de "higos a brevas", algo que sucede de tarde en tarde.
En Venezuela si alguien "es más atrasado que una serpentina en Semana Santa" es que está completamente desubicado y en Argentina se puede "estar más aburrido que un 'Viernes Santo'", pero en Chile cuando alguien está muy inquieto "parece más nervioso que un pescado en Semana Santa", por la prohibición de comer carne en Cuaresma.
"¡Adelante con los faroles!" es una expresión de ánimo para avanzar pese a las dificultades: algún estudioso ve en ella una alusión a alguna procesión que encontró obstáculos en su camino y una vez medio despejado vino la llamada a proseguir.
Se puede "estar más alegre que unas Pascuas" sin "dar la matraca", instrumento de madera de sonido ronco usado para simular el ruido de un terremoto en el Oficio de Tinieblas del Viernes Santo, y cantar como Joan Manuel Serrat los versos de Antonio Machado:
Dijo una voz popular:
"¿Quién me presta una escalera
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?....".
No hay comentarios:
Publicar un comentario