ABYECTO,
–A
Del
latín abiectus,
participio pasivo de
abiicĕre:
"rebajar",
"envilecer".
1. adj. Despreciable, vil en extremo.
1. adj. Despreciable, vil en extremo.
2.
adj. desus. Humillado, abatido en el orgullo.
©
Real Academia Española
Lo abyecto, queridos lectores, puede ser infame, odioso, ruin, bajo, miserable, repugnante, cobista, servil, ignominioso, rastrero, vil, degenerado, sucio, hórrido... bonita carta de presentación para este adjetivo, ¿verdad?
Marion
Iris Young
(1949-2006), profesora de Ciencias Políticas de la universidad de
Chicago, y comentaba en su obra La
Justicia Y la política de la Diferencia:
"…
lo abyecto
básicamente
discurre entre la repugnancia y la indignación. El asco es la forma
primordial de reacción humana a lo abyecto. El asco representa el
sentimiento que califica la separación de las fronteras entre el
hombre y el mundo, entre sujeto y objeto, entre interior y
exterior...
/ …el
terror fóbico de lo abyecto
es
un paralizante y vertiginoso terror por innombrable. Al mismo tiempo,
lo abyecto
es
fascinante, despierta una atracción obsesiva…".
Y
es que es cierto que a lo largo de la historia, han sido muchos los
creadores que se han sumergido en el ámbito de lo abyecto,
oscuro y trasgresor... desde Jeroen
Anthoniszoon van Aken,
más
conocido como El Bosco (1450-1516) en la Edad Media, hasta Francisco
de Goya
y
Lucientes
(1747-1828)
pintando Los
desastres de la guerra mostrándonos
un
mundo ignominioso, lleno de terror...
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